Comienza diciembre, un mes que será clave para las aspiraciones del Sevilla en Liga. Históricamente el último mes del año suele ser bastante malo para el Sevilla, que debido al agotamiento físico y mental baja el nivel.
Acumulación de partidos
Uno de los motivos de este bajón es que el Sevilla de los últimos años ha jugado competición europea prácticamente temporada tras temporada, lo que supone un mínimo de seis partidos extra en el calendario con respecto al resto de equipos de la liga que no la juegan. Este plus de partidos sumados al alto nivel de exigencia del equipo en competición doméstica, que ha empezado realmente bien, pero sin apenas rotaciones porque cada partido obliga a los de Lopetegui a dar el todo por todo si quieren los tres puntos.
Signos de agotamiento
El Sevilla está inmerso en una gran racha de resultados, sumando ocho victorias y dos empates en sus últimos diez partidos oficiales. Han pasado más de dos meses desde su última derrota en el Camp Nou, pero, aunque sigue ganando, el equipo está comenzando a notar los signos del cansancio. Buena prueba de ello es el sufrimiento del equipo en sus últimos tres compromisos ante Leganés, Qarabag o Valladolid, donde le ha costado horrores lograr la victoria ante rivales teóricamente inferiores. Sobre todo, ante el Leganés en casa, donde sufrió mucho para encontrar el gol y acabo metido en su área pidiendo la hora ante el colista.
Diciembre tumba de entrenadores
El principio del fin para los últimos entrenadores que han pasado por Nervión fue en este mes de diciembre, donde Pablo Machín, tras un gran comienzo de liga, sembró las primeras dudas (consiguiendo solo una victoria) que más tarde llevarían a su despido. También fue el punto y final para Berizzo, que tras una crisis de resultados y de juego fue destituido sin llegar a comerse el turrón. Para no seguir su mismo camino, Lopetegui deberá hallar la manera de refrescar el equipo sin perder la competitividad que ha demostrado el equipo en lo que va de temporada.
Fondo de armario
La tarea se antoja complicada, pero más factible que en otros años por el fondo de armario que tiene este año el Sevilla con nombres como Carriço, Oliver Torres, Franco Vázquez, Gudelj, Chicharito, Munir… Una plantilla larga con suplentes de calidad que Monchi configuró este verano pensando precisamente en la exigencia que supone disputar tres competiciones.