A vueltas con la profesionalización del fútbol femenino

El balón ha vuelto a rodar, por fin, tras semanas de gran incertidumbre. Lo ha hecho de la mejor manera posible, con una victoria del Sevilla FC ante el Betis en el Sánchez-Pizjuán. Nadie puede negar que fue un encuentro atípico y esperado a partes iguales, y es que, si bien el partido se jugó a puerta cerrada, sin aficionados aportando un plus de emoción con sus cánticos desde las gradas, la ilusión por volver a la competición después de tantas semanas de inactividad era evidente en los jugadores de ambos equipos. Tras casi 100 días de ausencia, el deporte rey ha regresado, esta vez para quedarse.

Al menos así ha sido en las competiciones masculinas. El fútbol femenino hace semanas que echó el cierre definitivo, una situación que ha vuelto a poner sobre la mesa las desigualdades existentes entre una y otra competición. Al tratarse de competiciones no profesionales, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) determinó, de manera unilateral, que tanto en la Primera Iberdrola, como en la Reto Iberdrola y en la Primera Nacional se daba por finalizada la temporada 2019-2020. De igual manera, la RFEF comunicó que no se efectuará ningún descensoaunque sí habrá ascensos, lo que modificará el número de equipos participantes en cada liga, cifra que se espera regular durante la próxima campaña con un mayor número de descensos.

El debate sobre la profesionalización del fútbol femenino en nuestro país lleva años sobre la mesa. De hecho, el pasado mes de noviembre las jugadoras de Primera División llevaron a cabo una huelga histórica para lograr una mejora en sus condiciones laborales. Llama la atención que en deportes con menos repercusión social, como puede ser el póker, los estigmas de género no existan -claro ejemplo de ello es que existen mujeres que han ganado algunos de los campeonatos más importantes a nivel internacional– y en disciplinas tan populares como el fútbol siga existiendo esa diferenciación tan notable entre deportistas masculinos y femeninos. Unas desigualdades que las futbolistas llevan años queriendo eliminar a través de un cambio en la normativa.

En esta línea, la Federación anunciaba la pasada semana la “profesionalización” de la Primera y Segunda División del fútbol femenino. De esta forma, y a través de un comunicado, la RFEF declaraba como “competiciones profesionalizadas” a ambas ligas, hasta ahora consideradas como amateurs. Para ello, el ente deportivo presentó ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) una modificación de sus estatutos para poder establecer esta categoría a aquellas competiciones que, como la Primera Iberdrola y la Reto Iberdrola, cumplan con una serie de condiciones económicas, materiales, laborales y profesionales que así lo aconsejen.

Además, la RFEF también anunció la creación de Comités Profesionalizados que estarán integrados por todos los clubes participantes en dichas competiciones y que contarán con autonomía para tomar decisiones relacionadas con diferentes aspectos deportivos. Por otra parte, la denominación de “competición profesionalizada” conlleva la incorporación de una serie de requisitos relaciones con la profesionalidad de las deportistas, tales como el presupuesto de los clubes, los salarios mínimos o la dedicación mínima de las jugadoras, dentro de las bases de la competición.

Lo que a priori parece un gran paso dentro de las competiciones femeninas de fútbol no es más que una manera de confundir a la opinión popular con terminología incorrecta. Al menos así lo ha declarado la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), en la que se encuentra el Sevilla, que acusa a la Federación de jugar con la profesionalización del fútbol femenino empleando nomenclaturas que generan confusión. 

Foto: Pixabay // Dominio Público 

Así, a través de un comunicado, la ACFF recalca que no existen dentro de la normativa deportiva las “competiciones profesionalizadas”. En su opinión, a través de esta terminología la RFEF busca “aparentar haber sido transformada en algo que todavía no es: competición profesional”. De esta forma, reivindica que se considere a la Primera Iberdrola como una competición profesional y no profesionalizada, una denominación que modifica la forma, pero no el fondo.

En este sentido, hay que señalar que el CDS es el único órgano competente para decretar esta modificación, pues es el único que puede establecer un cambio en la Ley del Deporte de 1990 en la que se establecen solo tres competiciones profesionales en nuestro país: la Primera y Segunda División de fútbol y la liga de baloncesto. Todas ellas, por supuesto, masculinas. 

Para que el CDS pudiera introducir un cambio en esta normativa sería necesario que se cumplieran dos criterios: que la competición tuviese una dimensión económica y que existiesen relaciones laborales en los clubes. Ambos criterios se cumplen por parte de la Primera Iberdrola.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¿Te gusta La Colina de Nervión? Apóyanos

A partir de solo 1€ puedes apoyar al único periódico que te informa solo y exclusivamente sobre el Sevilla FC. Tu apoyo contribuye a proteger nuestra independencia y nos permitirá poder seguir ofreciendo un periodismo de calidad y abierto para todos los lectores. Cada aportación, sea grande o pequeña, es muy valiosa para nuestro futuro e irá destinada directamente a los componentes de la redacción de La Colina de Nervión.

¡Lo último!

Djibril Sow ya ha pasado por quirófano

El futbolista suizo del Sevilla FC, Djibril Sow, ha sido intervenido con éxito de su lesión en el quinto...

Antes de irte... mira esto: