Las diez temporadas con más gasto en fichajes del Sevilla FC

En el equipo hispalense se avecinaban aires de cambio. La entrada en Europa por segundo año consecutivo invitaba a pensar que el equipo podía aspirar a más, por lo que la apuesta fue muy importante. Joaquín Caparrós dejó su lugar a Juande Ramos en el banquillo. Le acompañaron fichajes de la talla de Luís Fabiano y Frederic Kanouté, dos delanteros que harían historia en el Sevilla FC. Sin embargo, el fichaje que más llamó la atención aquella temporada fue el de Javier Saviola. Aunque fue una cesión, el Conejo contaba con una importante fama de pasadas temporada y su incorporación al conjunto sevillista fue todo un acontecimiento. Ese verano también llegaron Maresca, Dragutinovic y uno de los mejores porteros, sino el mejor, de la historia nervionense: Andrés Palop. En total, 23 millones de euros en fichajes.

El Sevilla FC había realizado una buena temporada, pero el crecimiento se hacía de rogar. Aún con las importantes inversiones realizadas en la plantilla, las clasificaciones para Champions seguían siendo sumamente complejas para, posteriormente, conseguir resultados muy discretos ante equipos de un nivel inferior a priori. Por ello, la dirección deportiva decidió incorporar jugadores de diversos perfiles: desde el poderío físico de Didier Zokora, pasando por el liderazgo defensivo de Sergio Sánchez, hasta llegar a uno de los goleadores del momento como Álvaro Negredo. El delantero llegó a Nervión por 15 millones de euros, la mayor inversión hasta el momento del Sevilla. Tres incorporaciones (sin contar los regresos de las cesiones) que hicieron un total de 27 millones.

La anterior plantilla había encumbrado al Sevilla FC en la élite. La segunda copa de la UEFA, junto a la consecución de la Copa del Rey, así como la clasificación a la Liga de Campeones pedían una inversión importante para dar la cara al máximo nivel. Así fue como se produjo el fichaje de Arouna Koné, que no acabaría por aportar el nivel esperado salpicado por importantes y frecuentes lesiones. Igualmente ocurriría con las llegadas de Aquivaldo Mosquera y Tom de Mul, salvándose en esta ocasión el fichaje de Seydou Keita, cuya potencia dejó enormes actuaciones con el conjunto hispalense. Con todo ello, 29 millones de euros invertidos en incorporaciones.

Tras dos Europa League consecutivas, el Sevilla volvía a la máxima competición europea. No pasaba desapercibido el crecimiento que había experimentado el conjunto nervionense, sobre todo con el trabajo de Unai Emery en el banquillo. Ese verano fue bastante convulso y dejó salidas importantes como la de Carlos Bacca rumbo a Milán. No obstante, dos sustitutos de nivel como Ciro Immobile y Fernando Llorente llenaron de ilusión al sevillismo. Igualmente ocurrió con la llegada de un futbolista corpulento como Steven Nzonzi o de una gran promesa cuyo currículum en la Liga era muy reseñable como Kakutá. Se unieron también futbolistas de experiencia contrastada como Adil Rami y Marco Andreolli, así como uno de los capitanes actuales del Sevilla: Sergio Escudero. Pero las grandes expectativas se concentraban en Konoplyanka, un jugador que le había dado muchos dolores de cabeza hacía unos meses en la final de Varsovia. 34 millones en fichajes que propiciaron una nueva Europa League y una final de Copa del Rey.

Una de las grandes revoluciones en la plantilla del Sevilla FC. Tras varias temporadas con un nivel muy por debajo del esperado y sin jugar en Europa, el club nervionense se encontró ante el momento de resurgir. La empresa no era sencilla: grandes futbolistas como Negredo o Jesús Navas abandonaron la disciplina hispalense rumbo a Inglaterra. Lo mismo ocurrió con promesas como Kondogbia o Luis Alberto, que dejaron importantes beneficios en las arcas. Sin embargo, uno de los grandes estandartes, Ivan Rakitic, permaneció en el equipo como capitán, al que acompañaron futbolistas como Carlos Bacca, Kevin Gameiro, Vitolo, Vicente Iborra, Carriço y, curiosamente, la considerada gran estrella de ese mercado: Marko Marin. Una inversión de 37, 1 millones de euros que llevaron al Sevilla a ganar su tercera Europa League.

La temporada anterior se antojaba como un nuevo gran salto para el equipo hispalense. Sin embargo, el sabor final fue muy agridulce. Los primeros compases fueron muy duros y, con todo ello, el equipo fue capaz de levantarse para lograr un meritorio quinto puesto. Pero la apuesta seguía siendo firme, por lo que el dinero empleado fue importante. Ese verano llegó Konko, con la difícil misión de hacer olvidar a Dani Alves, o Fernando Navarro. Las temporadas en el Mallorca de la actual mano derecha de Monchi en la dirección deportiva habían sido muy notables y propiciaron su llegada al Sevilla. En el medio del campo, las incorporaciones de Romaric y Duscher trataron de dar un salto de nivel que se quedó en mucho menos de lo esperado. También hubo lugar para promesas como Lautaro Acosta, al que las lesiones no le permitieron coger el ritmo deseado. En definitiva, 37,7 millones empleados en este mercado estival.

La campaña que le precedió dejó demasiado miel en los labios para la afición sevillista. Los primeros encuentros mostraban una ambición y un juego superlativo que hacía presagiar una campaña grandiosa. Sin embargo, la decepción fue notable. El técnico de la plantilla, Jorge Sampaoli, abandonó el Sevilla FC para dirigir a la selección argentina y su lugar lo ocupó Eduardo Berizzo. Con la marcha de Monchi a la Roma, Óscar Arias tomó las riendas de la dirección deportiva y llegaron apuestas un tanto arriesgadas como Luis Muriel, la inversión más alta en aquel momento, o Simon Kjaer. Se produjeron regresos muy esperados por el sevillismo, como el de Ever Banega o Jesús Navas, junto con la incorporación de un futbolista contrastado como Nolito. No obstante, aunque la cifra alcanzada fueron 67 millones, el resultado de la temporada fue mediocre.

La salida de Unai Emery abrió una nueva etapa en el Sevilla. Monchi, junto con su equipo técnico, ambicionaban con hacer un Sevilla reconocible no solo por sus éxitos, sino también por su estilo. Desde Argentina, tras haber conseguido éxitos importantes con la selección chilena, llegó Jorge Sampaoli con un carácter muy marcado. La primera llegada fue Pablo Sarabia, cuya trascendencia, al igual que la de Ben Yedder, llega hasta este último verano. Las inversiones más importantes fueron Joaquín Correa y el Mudo Vázquez, que ya había probado suerte anteriormente en la liga española. La gran mayoría de fichajes fueron peticiones expresas de Sampaoli, como Vietto y Mercado. Sin embargo, las ilusiones recayeron en las llegadas de Samir Nasri y Sirigu, aunque su aportación posterior fue muy deficiente. En total, 69 millones utilizados en fichajes.

La desilusión que dejó la temporada anterior fue absoluta para el sevillismo, con varios cambios de entrenador y una final de Copa del Rey de vergüenza ante el FC Barcelona. Comenzó un nuevo proyecto, esta vez con Joaquín Caparrós como director de fútbol y Pablo Machín en el banquillo. El verano estuvo lleno de rumores, con operaciones que no llegaban a buen puerto y que ponían en duda la capacidad de la dirección deportiva. Los más sonados se concentraron en la delantera, donde acabó llegando André Silva procedente del Milán. Asimismo, la última incorporación realizada en el mercado, Quincy Promes, levantó el ánimo de la afición, junto con otros compañeros como Roque Mesa o Tomas Vaclik, que pronto se haría con el cariño del sevillismo. Aún así, seguía habiendo movimientos extraños en la plantilla del Sevilla FC. Del regreso de Aleix Vidal se pasaba al considerable desembolso de Ibrahim Amadou o Joris Gnagnon. Finalmente, el resultado fue menor de lo esperado por una inversión de 77,7 millones.

La mayor inversión en una plantilla del Sevilla FC con diferencia. El saldo final deja una cifra de 158,75 millones de euros invertidos. Ahí es nada. El regreso de Monchi devolvía de nuevo la ilusión al Sevilla. El director deportivo tenía una idea muy grande para asentar al conjunto sevillista en lo más alto. Fichajes como los de Jules Koundé y Rony Lopes se han convertido en los más caros de la historia sevillista. La llegada de Joan Jordán está enamorando a la afición, junto con la potencia de Ocampos, la imaginación de Óliver Torres, la jerarquía de Fernando y Diego Carlos o el pundonor de Reguilón. Para la delantera, han llegado tres nuevos futbolistas para hacer olvidar la importante aportación de Ben Yedder: Luuk de Jong, Munas Dabbur y Javier Chicharito Hernández. Por último, la salida de Sergio Rico ha dado lugar a una apuesta por Bono, ex del Girona.