En círculo, y sentados en sillas, un grupo de personas espera el comienzo de la sesión. A la señal de uno de ellos, que parece ser el coordinador, se levanta Fernando y mira con timidez a su alrededor.
FERNANDO: Buenas tardes, me llamo Fernando y soy periodista.
TODOS: Hola, Fernando.
FERNANDO: Soy periodista… deportivo.
TODOS: (murmullos)
FERNANDO: Soy periodista deportivo… Y soy de Sevilla.
TODOS: (los murmullos se convierten en lamentos)
FERNANDO: Cuando terminé la carrera, me vine a Madrid e hice un máster en la especialidad de periodismo deportivo. El máster me aseguraba unas prácticas no remuneradas pero la garantía de contratación posterior.
TODOS: (a alguno le resulta imposible aguantar la risa)
FERNANDO: Me mandaron a la redacción deportiva de los informativos de Antena 3.
TODOS: (cada vez son más los que mantienen fija la mirada en el suelo dudando entre reír o llorar)
FERNANDO: Al principio me encargaban trabajos menores: rellenar de folios la fotocopiadora, subir carajillos y cubatas del bar de abajo, avisar a mantenimiento de que faltaba papel higiénico en los baños… Lo normal. Poco a poco me fueron dando trabajos de mayor responsabilidad como redactar noticias sobre cricket o hípica. Claro que el cricket y la hípica casi nunca eran noticia, por lo que seguía rellenando de folios la fotocopiadora.
TODOS: (Una chica con lágrimas en los ojos dice en voz alta “Te queremos, Fernando” y le pasa un papel con el número de su móvil y el texto “Llámame luego”)
FERNANDO: Pero mi suerte cambió a los tres años de empezar las prácticas.
TODOS: ¡¡¡¿Tres años?!!!
FERNANDO: Sí, lo normal, ¿no?… Conseguí que me nombraran “Redactor de apoyo a los putos amos”, como lo llamaban ellos. Tenía que ayudar a los dos periodistas más consagrados de la redacción. Uno era del Real Madrid. El otro, del Barça y, por joder a su compañero, también del Atleti. La semana pasada me dieron la enhorabuena por el partidazo de mi Sevilla contra el Bayern, pero me extrañó que la primera noticia del informativo de ese día fuera el entrenamiento de Luis Suárez con el Aleti. Y que la segunda fuera un extracto de la rueda de prensa de Zidane declarando que no iba a declarar sobre Bale. Al día siguiente, la noticia principal, y que iba a ocupar prácticamente la totalidad del tiempo dedicado a Deportes en el informativo de las tres de la tarde, llevaba el siguiente titular: “Barça y Atleti se estrenan este fin de semana en la competición liguera”. La segunda noticia hablaba de Fórmula 1 y la tercera, de Moto GP. “¿Y el Sevilla?”, les pregunté. “También se estrena este fin de semana en competición liguera”. “¿En serio?”, me contestaron. “Enhorabuena y suerte. Búscame la rueda de prensa de Espargaró, que creo que ha dicho algo sobre lo bien que se encuentra y vamos a meterlo como cierre”.
TODOS: (a esas alturas, prácticamente nadie hace caso a Fernando, salvo la chica con lágrimas en los ojos, que le sigue pasando papeles con el número de teléfono fijo de su casa, por si el móvil lo tiene sin batería, y el del trabajo, por si puede escaquearse algún día para desayunar)
FERNANDO: El lunes fue la gota que colmó el vaso. Abrieron el informativo con los dos goles de Ansu Fati para el Barça y los dos goles de Luis Suárez para el Aleti. Después sólo hubo tiempo para unas declaraciones de Zidane diciendo que no iba a declarar sobre Bale… ni sobre el Var. De que el Sevilla se había estrenado en el estadio del Cádiz, el Ramón de Carranza, el Karranza, el Nuevo Mirandilla, el Campo de al lado de la Playa de la Victoria o como vayan a llamarlo, y que se había estrenado con tres goles de bella factura y coraje hasta el final, nada de nada. Así que allí mismo rompí mi carné de perpetuo becario y les mandé a todos a… A rellenar de folios la fotocopiadora, que se habían acabado.
TODOS: (ninguno se ha enterado del heroico gesto de Fernando salvo la chica, que no puede reprimir un sincero “¡Ese es mi chico!”)
FERNANDO: Con las mismas y mi curriculum me fui a Televisión Española. Me presenté ante el Redactor Jefe de Deportes, a quien yo me había imaginado con traje y corbata y no con el chándal del Real Madrid con el que me recibió, y le dije que quería trabajar allí, pero escribiendo noticias sobre el Sevilla.
TODOS: (o sea, la chica: “¡Bien hecho, mi niño!”)
FERNANDO: Me miró con ternura. Yo lo traduje como una buena señal. Por fin podría poner todos mis conocimientos al servicio del equipo de mi vida. Por fin le iba a dar en los informativos nacionales el espacio que merecía, contando sus glorias y contagiando a este país el respeto y la consideración que nos tienen al norte de los Pirineos. El redactor jefe me echó la mano por el hombro y me dijo “¿Tú quieres hablar de tu Sevilla todos los días?” Aquello me sonó a música celestial. “Pues aquí vas a poder hacerlo”. Me acompañó hasta otro despacho y me presentó a una mujer. Le dijo “Aquí el chaval quiere hablar de su Sevilla todos los días”. Ella me miró con gesto aprobatorio, me sonrió y me dijo: “Has venido al lugar indicado. Esta es tu casa. Bienvenido”. Desde ayer martes me encargo de redactar la información de mi Sevilla y del resto de Andalucía para El Tiempo, la sección que va justo después de Deportes en el Telediario.