Con la nueva apertura de mercado, las entradas y salidas en los diferentes equipos se suceden. Para el Sevilla, es un momento esencial para reforzar algunas zonas del campo en las que ha tenido diferentes lagunas, pero también es el período para que diversos futbolistas abandonen el club. Martín Montoya fue el primero, rumbo a Cruz Azul, y el siguiente será Borja Lasso. El canterano sevillista no ha gozado de la confianza de Berizzo y parece que con Vincenzo Montella la situación no va a cambiar. Varios equipos se han interesado en su incorporación, pero parece que será el Osasuna de Diego Martínez quien se lleve el gato al agua.
Detalles por cerrar
No obstante, la operación aún tiene dos aspectos por concretar. El primero de ellos es la ficha del jugador. La intención del Sevilla es que el club al que se marche el canterano asuma por completo su salario si este sale en forma de cesión, que es lo deseado por la entidad nervionense. Esta condición resulta bastante difícil de asumir para muchos clubes de Segunda División, pero en Osasuna parece que no habrá problemas y están dispuestos a aceptarla.
El siguiente punto conflictivo se encuentra en la opción de compra que pretenden introducir en el contrato. Es un detalle en el cual ambos clubes aún no han llegado a un acuerdo. Sin embargo, las conversaciones continúan y parece que van por buen camino, por lo que no se descarta que la operación se cierre más pronto que tarde. También existen otros aspectos por establecer, como una cláusula en el contrato para el pago de una determinada cantidad si, finalmente, el club navarro consigue el ascenso a Primera División.
Lo que sí parece claro es que en este mercado invernal, Borja Lasso abandonará la disciplina sevillista en busca de experiencia y minutos. Hay otros clubes que han preguntado por su situación, como el Tenerife, pero la operación está bastante encarrilada para que el canterano sevillista acabe jugando de nuevo a las órdenes de su ex entrenador.