La lesión de Carlos Fernández ha hecho sonar las alarmas en la dirección deportiva del Sevilla FC. Sin perder un instante, el primer nombre que sale a la palestra es el de Adalberto Peñaranda, un viejo conocido de la Liga española. Militó la temporada pasada en el Granada CF, cuyas marcas fueron de cinco goles y cinco asistencias, para lograr la permanencia del conjunto nazarí. Sus buenas apariciones hicieron que el Watford concretase su fichaje y terminara la temporada cedido en el equipo andaluz. Esta temporada, de momento, sigue cedido, pero en el país transalpino, en el Udinese italiano.
El perfil buscado
Adalberto Peñaranda cumple todos los requisitos para incorporarse a la disciplina sevillista. Tanto su situación actual como futbolista, como sus cualidades, son las ideales para intentar buscar su fichaje en enero. Cuenta con 157 minutos repartidos en cuatro partidos, teniendo por delante a delanteros de primer nivel como Théréau o Zapata. Su cuenta goleadora sigue a cero y las críticas se hacen continuas en Italia. Tiene 19 años, por lo que la juventud es otro argumento de peso, ligado a una gran proyección. A pesar de su corta edad, tiene experiencia en la primera división y en España aún guarda un cartel espectacular. Además, puede jugar como segunda punta, complementándose con Vietto y Ben Yedder. Es un futbolista que tiene ganas de demostrar lo que es y resarcirse, por ello, Nervión es el mejor escenario.
La familia Pozzo entra en juego
Giampolo Pozzo es el dueño del Udinese Calcio y del Watford Football Club, además cuenta con un gran número de acciones del Granada CF, administradas por su hijo, Gino Pozzo. Peñaranda ha jugado en los tres equipos que posee la familia Pozzo, por lo que su futuro depende de la decisión que tome la familia. El Sevilla FC, encabezado por Monchi en esta operación, busca la opción más factible, una cesión. El futbolista así, debería romper su préstamo con el club italiano y negociar su salida con el Watford. La cesión podría incluir una posible opción de compra a final del préstamo. Esta negociación se perfila como difícil y enrevesada, pues no depende solo del futbolista. Él estaría dispuesto a salir debido a su mal comienzo, pero la última palabra la tiene la familia Pozzo. Monchi cuenta con armas para traerle a Sevilla, sino, habrá que buscar alternativas.