El Sevilla FC protagonizó la pasada jornada su peor partido hasta la fecha en liga bajo el mando de Lopetegui, cayendo por cuatro goles a cero ante un Villarreal CF que no desperdició sus ocasiones. La expulsión de Diego Carlos marcó completamente un encuentro en el que, con uno menos, los de Nervión no estuvieron a la altura. En el Estadio de La Cerámica, se vio a un Sevilla FC casi totalmente desconocido. La falta de puntería no fue una novedad, pero sí que los de Julen Lopetegui fallaran también en el resto de facetas del juego.
Un Sevilla FC impotente
Durante los primeros treinta minutos de partido se pudo ver a un Sevilla FC decidido que tuvo múltiples oportunidades de anotar. Sin embargo, la incapacidad de los delanteros para convertir y las buenas paradas de Asenjo alejaron a los de Lopetegui de comenzar el encuentro marcando.
Tras el duro castigo de los dos primeros tantos de Bacca, el Sevilla FC no supo reaccionar. A partir de entonces, el partido fue un monólogo del Villarreal CF apoyado por la expulsión de Diego Carlos al principio de la segunda parte. Ninguna línea del equipo sevillista estuvo acertada; la delantera perdonó demasiado, el mediocampo desapareció en la segunda mitad y la defensa cometió errores graves. Lopetegui intentó cambiar la dinámica con cambios que tuvieron un impacto nulo sobre el terreno de juego.
Un partido marcado por los errores
Es difícil encontrar un solo culpable de lo sucedido en Villarreal, pero sí es posible destacar algunos jugadores que no tuvieron su día. El más señalado fue Diego Carlos. Dos claras tarjetas amarillas provocaron que el zaguero brasileño dejara al Sevilla FC con diez en el minuto 52 de partido. Además, suya era la marca de Carlos Bacca en el cabezazo del colombiano que significó el primero del Villarreal. Partido para olvidar de un Diego Carlos que no volverá a participar en un partido liguero hasta la siguiente temporada.
Bono y Rakitic también fueron responsables de errores graves que acabaron en goles. El guardameta sevillista, que llegaba prácticamente sin opciones de hacerse con el trofeo Zamora, encajó cuatro goles. En uno de ellos fue el principal responsable, tras una salida en falso fuera del área. El croata, por su parte, falló un pase hacia atrás en la construcción de la jugada que dejó a Gerard Moreno en una situación favorable para definir, batir la meta del Sevilla FC y sentenciar el partido a favor del Villarreal CF.
Se salvan por poco
En un partido tan gris del Sevilla FC, eximir de culpa a algunos jugadores sería injusto para un grupo que firmó un encuentro nefasto. Suso y Acuña no tuvieron un impacto negativo directo sobre su equipo. Suso salió confiado y propuso mucho en ataque durante el comienzo del partido. Suyos fueron varios centros peligrosos rematados por jugadores sevillistas que no encontraron la red. Sin embargo, la segunda parte estuvo desaparecido, como el resto del equipo. Acuña también lo intentó en la primera mitad incorporándose al ataque y en la segunda trató de dar la cara con alguna arrancada, pero no fue acompañado por nadie.
y tan desconocidos como miserables con el sueño sevillista
y tan miserables que acabaron de muy mala manera con el deseo y gloria del sevillano.