El próximo día 21 hará un año Óscar Arias tomó el mando de la dirección deportiva del Sevilla FC. En esta primera temporada con él como director deportivo, ha quedado demostrado que salvo Banega y Navas, ninguno de los fichajes que ha realizado ha aportado en positivo. Todo apuntaba a que Arias era el sustituto natural de Monchi, que al haber trabajado con el León de San Fernando, seguiría con su mismo método de trabajo y con el éxito que tuvo el ahora director deportivo de la Roma en Sevilla. Suposiciones que finalmente cayeron en saco roto.
Los fichajes de Arias
El equipo hispalense tiene acostumbrada su afición a las idas y venidas de jugadores cada temporada. En este curso, parece que el nuevo director deportivo ha sabido mantener a las piezas clave. También hizo que retornasen dos viejos conocidos añorados por la afición, Navas y Banega. Pero en cuanto a las demás incorporaciones, el gaditano no ha estado de lo más acertado. Kjaer, Pizarro, Nolito, Corchia, Geis, Carole y el fichaje más caro de la historia rojiblanca, Luis Muriel. A pesar de realizar la pretemporada con el equipo y contar con tiempo de adaptación, ninguna de estas incorporaciones ha dado los frutos esperados. En el mercado invernal trajo a Arana, Roque Mesa, Layún y Sandro. Si las incorporaciones veraniegas no dieron resultados, los fichajes de invierno tampoco han aportado nada de lo que se esperaba de ellos.
El dinero invertido en jugadores nuevos, ha sido un desperdicio. 75 millones de euros en jugadores por los que, en gran parte, no se podrá recuperar el dinero invertido. Un ejemplo claro es el del delantero, Luis Muriel. A pesar de ser el jugador por el que más ha pagado el Sevilla nunca, su precio aún no podrá ser amortizado esta temporada. Guido Pizarro ha ido desvaneciéndose del equipo y Carole, aunque cedido, ha desaparecido directamente. Roque Mesa y Geis no cuentan apenas con oportunidades. Sandro y Nolito cuentan con minutos de manera intermitente, mientras que Kjaer y Layún aprovechan las oportunidades que les brindan las lesiones de sus compañeros. Solo en ciertos casos puntuales, su inversión ha dado resultado. Banega se ha convertido en una pieza clave del equipo y Navas también da muestras de calidad, pero lo cierto es que tanto el rosarino como el palaciego eran ya viejos conocidos del club y apuestas «seguras» no atribuibles a Óscar Arias.
Determinación y autocrítica
Arias ha pecado de falta de determinación en casos claves. Una prueba de ello son las eternas negociaciones por hacerse con los servicios del jugador montenegrino Stevan Jovetić. Era el futbolista que necesitaba el equipo y por falta de buscar un acuerdo beneficioso para ambas partes, el de Montenegro acabó marchándose al Mónaco. La falta de autocrítica también es otro punto que se le achaca al director deportivo del Sevilla. Esto se le recrimina a raíz de declaraciones como las realizadas al diario Marca, en las que echaba balones fuera asegurando que él no era Monchi y que no actuar igual hacía que fuera duramente criticado… u otras en las que achacaba al cambio de ciclo los malos resultados.
Parece ser que la sombra Monchi es demasiado extensa y que las comparaciones entre ambos son más que inevitables.