El Sevilla salió reforzado de Girona tras un partido gris en el que fue de menos a más hasta conseguir la victoria con un solitario tanto de Muriel (0-1). A pesar de las numerosas rotaciones del equipo, los de Berizzo se sobrepusieron a una primera mitad muy espesa en la que prácticamente no hubo ocasiones y fueron a por la victoria en la segunda parte.
El equipo cambió el chip tras el descanso y se sucedieron las ocasiones en una y otra área, hasta que ‘Mudo’ Vázquez conectó un pase en profundidad a Muriel que, con fortuna, consiguió materializar su primer gol con el Sevilla con un disparo raso al primer palo en el que el portero rival Iraizoz pudo hacer más. El Sevilla pudo sentenciar poco después por medio de Sarabia o el propio Muriel, y acabó pidiendo la hora tras conceder ocasiones muy claras a un digno Girona que incluso desaprovechó en el descuento un penalti inexistente que sólo el árbitro vio.
Montoya y el árbitro, desastrosos
Comparten sección el jugador argentino y el colegiado De Burgos Bengoetxea porque sería injusto dejar al margen a cualquiera de los dos. El primero sencillamente no tiene nivel para el Sevilla, lo intenta, pero no da para más. Estuvo perdido, con continuas pérdidas, sin desborde y sin ofrecer alternativas a sus compañeros de ataque. Sólo Berizzo ve algo en él.
Lo del colegiado vasco resulta más grave aún. Además de llevar mal el partido, se inventó un penalti surrealista en una acción en la que Franco Vázquez despejó la pelota con la pierna levantada pero sin contacto alguno con el cuerpo del delantero rival. Sólo la fortuna y el palo evitaron que el árbitro atropellase a los de Nervión.
Lenglet y Muriel, decisivos
El fútbol se decide en las áreas y en ellas mandaron el francés y el colombiano. Lenglet apunta maneras de gran central y en Girona ofreció un amplio repertorio. Cortó todo, se impuso en el juego aéreo, sacó bien el balón y salvó un gol cantado.
Por su parte, Muriel se quitó un gran peso de encima marcando su primer gol como sevillista. Recuerda muchísimo en sus movimientos a Bacca, es potente, se desmarca bien y genera mucho peligro. No jugó su mejor partido pero su gol dio los tres puntos.