Faltan apenas cinco días para que el Sevilla vuelva al trabajo y empiece a preparar una nueva temporada cargada de ilusión, con el objetivo de superar la previa de la Champions League en el horizonte más cercano. Para preparar esa importantísima cita, el club hispalense quiere que se vayan incorporando caras nuevas lo antes posible. Al margen de los nombres que baraja la dirección deportiva, hay un jugador que gusta especialmente al técnico sevillista, Eduardo Berizzo. Se trata de Iker Muniain, extremo del Athletic de Bilbao, aunque el elevado precio que pide el club vasco por él, lo convierte en un deseo prohibido.
La dirección deportiva ha apretado el acelerador para concretar los primeros fichajes, de manera que estén ya presentes en el inicio de la pretemporada. El primero ha sido el de Banega, como informó este medio anoche. El rosarino vuelve a Nervión, después de una convulsa temporada en el Inter de Milán, en la que no ha disfrutado de los minutos que hubiese deseado. En los próximos días, podría anunciarse la llegada de otros jugadores, en cuyas operaciones el Sevilla anda inmerso, como Nolito, Jesús Navas y Muriel.
Pero, al margen de los nombres que trabaja el equipo que comanda Óscar Arias, el nuevo entrenador del Sevilla también maneja una lista con algunos candidatos por los que siente especial predilección. A Berizzo le gusta mucho Jonny, lateral zurdo del Celta, con quien ha trabajado durante su etapa en el cuadro gallego, aunque por ahora, el club nervionense no ha mostrado una propuesta concreta por el internacional sub 21. Otro jugador por quien suspira el técnico argentino es Iker Muniain, el extremo del Athletic de Bilbao, pero el elevado precio que pide el conjunto vasco por su estrella hace que el Sevilla ni siquiera se plantee su fichaje.
40 millones de euros por Muniain
A sus 24 años, Muniain es uno de los mejores jugadores que ha salido de la cantera de Lezama en los últimos años y es una de las estrellas del Athletic. Por ello, el club vizcaíno pide por su joya 40 millones de euros, una cantidad desorbitada para el Sevilla que convierte al talentoso extremo pamplonés en el deseo prohibido de Berizzo.