La salida de N’Zonzi le va a permitir al Sevilla cerrar la plantilla con suficiente liquidez disponible. Con una inversión que superaría las anteriores. El balance de altas y bajas en el presente verano es de 45 millones de euros, incluyendo la venta del francés a la Roma. Una cantidad que asciende notablemente teniendo en cuenta las cifras de los veranos anteriores.
Si por algo se ha caracterizado el Sevilla en los mercados de traspasos es por vender caro y comprar barato. Una máxima que el club quiere seguir llevando por bandera pero que dadas las condiciones del mercado, no está siendo posible. Aún así, en este verano, ya ha conseguido 45 millones de euros de beneficios para cerrar al deseado delantero y al sustituto de N’Zonzi. Las dos prioridades del Sevilla en estos momentos.
Acertar con la inversión
Ahora, a Joaquín Caparrós le ha llegado el turno de vestirse de Monchi, el ‘Rey Midas’ en este tipo de situaciones, y dar en el clavo con los refuerzos a fichar. La idea de la dirección deportiva es cerrar la llegada de un sustituto para N’Zonzi, clave en sus años como nervionense, y en poner la guinda a los fichajes con el delantero que tanto ansía Machín. Para la medular tan solo llegaron Roque Mesa y Amadou, una corta lista de jugadores teniendo en cuenta que Ganso y Borja Lasso están en la rampa de salida.
Cierto es que el fichaje de André Silva palia de alguna forma la necesidad rojiblanca en ataque pero el Sevilla no descarta hacer caja con algún otro futbolista de arriba y hacer una fuerte inversión por el ariete referencia. Una inversión que estaba preparada para Batshuayi después de los intentos por nombres como Maxi Gómez o Bas Dost.
Es por ello que el Sevilla se postra en este final de mercado como uno de los favoritos para completar su plantilla. Las llegadas de refuerzos en las posiciones claves verán la luz en los próximos días y lejos de dar por cerrada la nómina de integrantes, Caparrós y Machín están ante los semanas más movidas de mercado.