Maradona, el Sevilla… y el Bayern de Múnich

La cita del Sevilla en Liga de Campeones se antoja histórica. Volver a cuartos de final de Liga de Campeones tras 60 años no es algo que ocurra todos los días. Bien es cierto que el rival es uno de los mejores equipos europeos y que su dominio en la Bundesliga es incontestable. No obstante, el club nervionense ya sabe lo que es vencer al Bayern de Münich. Fue en un partido amistoso, pero no en uno cualquiera. Hay que remontarse 26 años atrás, al 28 de septiembre de 1992 para descubrir el debut de Diego Armando Maradona con la elástica sevillista.

Brazalete y dorsal

La realidad es que los meses previos al fichaje del argentino por el Sevilla fueron bastante caóticos. Maradona se encontraba bajo suspensión tras dar positivo por cocaína en un control antidopaje. La federación italiana fue tajante con el asunto y acabó sancionando al entonces mediapunta del Nápoles con quince meses de suspensión. Una vez cumplido dicho período, Maradona quería alejarse lo máximo posible de Italia, por lo que fueron varios los equipos que llamaron a su puerta. Finalmente, el 22 de septiembre de 1992 se oficializó el traspaso del Pelusa al Sevilla, entrenado por aquel entonces por Carlos Bilardo. Tan solo seis días después, Maradona debutó como jugador sevillista.

Jugó como titular en el equipo nervionense, con el dorsal 10 a la espalda, un número que le había acompañado durante prácticamente toda su carrera. A todo esto se añadió el brazalete en su brazo izquierdo, erigiéndose como capitán de aquel Sevilla. Un gran acontecimiento para la afición sevillista que tuvo el mejor desenlace posible. El Sevilla derrotó al Bayern de Múnich por 3-1, un rival donde jugaba otro gran futbolista como Lothar Matthäus. Maradona no marcó ningún gol, pero dejó destellos de su enorme calidad. Fue el faro del juego nervionense, dando incluso la asistencia del segundo gol a Davor Suker, mostrando ya desde el primer encuentro una bonita asociación entre ambos. No contento con todo ello, el argentino estrelló un balón al larguero en un lanzamiento de falta.

Desde luego, el anterior enfrentamiento entre ambos clubes, aún siendo un amistoso, es un momento muy relevante en la historia sevillista. Será interesante ver si el segundo y tercer partido acaban por ser aún más importantes.