El Sevilla FC consiguió una victoria de peso ante un combativo Girona que no puso las cosas fáciles. El equipo de Pablo Machín, destaca por su polivalencia y orden, características que salieron a relucir en el tapete del Ramón Sánchez-Pizjuán. Montella conocía de antemano la importancia de este choque para continuar aspirando a los objetivos en liga y alineó su once de garantías, con la excepción del lesionado Banega, que fue sustituido por Pizarro. Un solitario gol de Pablo Sarabia en el 47′, junto a un estelar Sergio Rico que detuvo un penalti, hicieron que los tres puntos se quedaran en casa. En líneas generales fue un choque muy igualado.
Sergio Rico despejó las dudas
El guardameta hispalense cuajó una actuación redonda. Salvó al equipo en numerables ocasiones y además, detuvo un penalti al filo del descanso a Aday Benítez cuando campeaba el cero a cero en el electrónico. Estuvo rápido y atento en las salidas, además de dar muestras de seguridad, tanto a su zaga como a los aficionados. Sin duda alguna, el mejor del encuentro. Montella un partido más, volvió a confiar en él y a pesar de las críticas respondió de la mejor forma. La afición vuelve a creer en el canterano. Sus compañeros en la zaga, Mercado y Lenglet, tuvieron que vérselas con los siempre ‘peleones’ Portu, Aday Benítez y Oulunga. Ambos salieron vivos del envite, en parte gracias a la actuación de su compañero en la portería. Lenglet realizó el desplazamiento en largo, que terminó acabando en el gol de Sarabia.
Faltó el equilibrio, faltó Banega
La del argentino fue la ausencia más notable del Sevilla FC. Al conjunto nervionense, le costó sudor y sangre sacar la pelota jugada desde campo propio. Las causas fueron: la presión asfixiante de los hombres de Machín y la baja de Banega. Pizarro, hombre que ocupó la posición del argentino, no da las mismas prestaciones que el ‘diez’ y el equipo lo notó. El desequilibrio, se hizo latente en muchas fases del encuentro que se convirtió en un correcalles y en los minutos finales del mismo, en el que el Girona dominó en posesión y ocasiones. El ‘Mudo’ Vázquez, dejó algunos destellos de su calidad, pero no fueron suficientes para poder filtrar un pase al hueco, en la ordenada y adelantada defensa visitante, que tiró a la perfección la línea del fuera de juego, provocando que muchos futbolistas sevillistas cayeran en posición antirreglamentaria. El colombiano Luis Muriel, que volvió a cuajar un buen encuentro, corrió la misma suerte que Banega y tuvo que ser sustituido por unas molestias musculares.
Jesús Navas, el mejor fichaje
El de Los Palacios se ha adaptado perfectamente a la posición de lateral derecho. Muchas eran las dudas sobre el rendimiento del canterano sevillista, en una posición poco habitual en él, aunque con Guardiola en el City ya comenzó a desempeñarla. Muy serio atrás, dotó al equipo de profundidad por la banda derecha y no perdió la posición en ningún momento. Pero su rendimiento no sería tan alto de no ser por las ayudas defensivas de su compañero en la banda, Pablo Sarabia, el autor del gol. Joaquín Correa, por su parte, no tuvo mucho protagonismo pero de sus botas nació la jugada del tanto hispalense.