La plantilla que conformó Monchi hace apenas un año está plagada de excepcionales futbolistas en cada puesto. Fichajes que han llevado de nuevo al club a lo más alto de Europa. Pero hay un fichaje que resulta sumamente especial. Fue decisivo en la última victoria ante Osasuna, dominando la banda derecha y anotando el único tanto del encuentro. Nos referimos a Lucas Ocampos, uno de los grandes descubrimientos del Sevilla FC en este siglo XXI. El extremo argentino fue determinante la pasada campaña, y ya se perfila para volver a serlo. Pero, ¿quién es realmente Lucas Ocampos? Su trayectoria es una subida gradual al éxito, con algunas curiosidades a lo largo de ella.
Lucas Ocampos, raíces en Quilmes
Nació en Buenos Aires (Argentina), el 11 de julio de 1994, concretamente en el barrio de Quilmes, situado al sur de la capital. Fue allí donde dio sus primeros pasos en el fútbol. Disputó el Sudamericano sub-15 cuando militaba en el Quilmes Atlético Club, en el que ya empezó a mostrar potencial y mucha proyección para este deporte. Curiosamente, sus compañeros en la delantera fueron Federico Andrada y Lucas Pugh, con quien compartiría vestuario luego en River.
Debut y ‘bautismo del gol’ en River
En el histórico club argentino despertó un cierto interés por el ágil extremo, por lo que decidieron hacerse con el 50% de su ficha. Destacar que Lucas Ocampos llegó a River Plate en uno de los peores momentos de su historia, cuando se encontraba hundido en Segunda División. El ahora sevillista fue un jugador importante en el plantel de Matías Almeyda, que hizo realidad el retorno de la entidad a la élite del país. Debutó en la victoria ante Chacarita en 2011, con una gran actuación. Su primer tanto (el ‘bautismo del gol’) en River llegaría en el siguiente choque, ante Independiente de Rivadavia. De ahí en adelante, se convirtió en la máquina goleadora que es hoy en día.
La figura de Óscar Garré
Durante su infancia y juventud, Lucas Ocampos tenía una clara aspiración: ocupar el papel de delantero referencia sobre el verde. Así era, hasta que Óscar Garré, su entrenador en la selección argentina sub-17, lo reconvirtió a extremo. «Un día vino el padre y me dijo que su hijo quería ser delantero centro y yo le dije que se dedicara a hacer bien las casas (su padre era albañil), y su representante, a guardar bien la plata, que yo ya me ocupaba de dirigirle». En tono bromista, «espera que Ocampos le pague un café y le reconozca que tenía algo de razón».
El cambio de banda de Lucas Ocampos
En sus inicios como extremo, se desempeñó por la izquierda. Ahí explotó sus habilidades como regateador, asistente y goleador, hasta que conoció a Lopetegui. Se puede decir que Lucas Ocampos comenzó su andadura como extremo derecho en el Sevilla FC, de la mano del de Asteasu. Junto a Jesús Navas, ha convertido la banda derecha hispalense en un verdadero peligro para los rivales. Aún así, Lopetegui sigue situándolo en la izquierda en bastantes ocasiones, en especial, esta temporada.
Su mujer, apasionada de Boca Juniors
En contraste con el vínculo que une a Ocampos con River Plate, su pareja, Majooh Barbeito, es hincha del eterno rival, Boca Juniors. De todos es sabido cómo se vive ese enfrentamiento en Argentina. En una entrevista a Diario Olé, el futbolista reconoció que «antes veían los partidos separados, porque lo viven de una manera muy pasional, y así evitaban posibles peleas». Algo igual o muy similar ocurre en la capital andaluza entre el Sevilla FC y el Betis.
Inicio complicado en Europa
Lucas Ocampos solo disputó un partido en Primera con River, ya que aceptó la propuesta que le hizo el Mónaco para comenzar una carrera en Europa. Pero su corta edad (como él mismo reconoce), hizo que no se asentara en el equipo de Ranieri. Además, el estilo de juego europeo le supuso un obstáculo en su adaptación. Después, tras ser comprado por el Olympique de Marsella en el mercado de invierno de 2015, pasó un periplo en Milán y Génova como cedido en las campañas posteriores, antes de consolidarse en Francia.
Nicolás Burdisso y su desarrollo profesional
Esa inmadurez reconocida por el propio jugador fue detectada por un compañero de equipo, el argentino Nicolás Burdisso. Ambos se conocieron en el Genoa. Burdisso, mayor que Ocampos, le enseñó mucho para crecer. El propio Lucas ha reconocido que «Burdisso le marcó, ya que le mostró lo que es el profesionalismo y el compañerismo«.
No siempre fue musculoso
Cuando vemos a Ocampos por la banda del Sevilla FC, nos impresiona la potencia física que despliega. Fuerte en el cuerpo a cuerpo, y una punta de velocidad muy elevada. Sin embargo, no era ese el tono físico que tenía en alguna etapa del pasada. En concreto, en su paso por Italia, pesaba solo 78 kilogramos. Fue una vez que regresó a Francia cuando pasó a ser un jugador corpulento. Alcanzó los 84 kilogramos, peso que ronda en la actualidad.
Estudia a los rivales
Es muy interesante saber que, en los días previos a cada partido, Lucas Ocampos realiza un estudio exhaustivo de los contrincantes. Así, los conoce bien cuando los encara y es capaz de desbordarlos con más facilidad. Esta es una de las claves del éxito de un futbolista de altos vuelos en Europa. Si une a su rapidez un previo análisis teórico, el pack es muy completo.
Los apodos de Lucas Ocampos
A lo largo de su trayectoria, se le han ido atribuyendo diversas formas de nombrarle en el mundo del fútbol. Entre ellas, encontramos apodos como «El Doberman de Quilmes», «El Purasangre argentino», «La Mole», o el que es más popular, «El Esturión».