El Sevilla daba ayer el pistoletazo de salida a su participación en Liga. Tras un difícil encuentro en tierras turcas, el conjunto hispalense se presentaba ante su afición con la ambición de dar la primera de las alegrías. Para ello, Eduardo Berizzo optó por una revolución en el once titular con respecto al que jugó ante el Istanbul Başakşehir. Solo N’zonzi y Lenglet repitieron en un equipo en el que destacaba la presencia de Borja Lasso o David Soria. Sin embargo, la apuesta no terminó de funcionar ya que el Espanyol se presentó como un equipo muy plantado tácticamente.
Mucha posesión y demasiadas pérdidas
Aunque el Sevilla salió con la intención de aglutinar mucho balón, la realidad fue muy distinta. La inclusión de Ganso y Borja Lasso hacía entender que muchas de las oportunidades pasarían por sus botas. En el global, el conjunto sevillista tuvo un 58% de la posesión por un 42% del Espanyol. No obstante, pocas de estas jugadas acabaron en ocasión sevillista. El centro del campo nervionense hizo aguas ante un rival que cubrió muchas líneas de pase. Esto provocaba que las pérdidas de balón se sucediesen, unido a la poca concentración que demostraron algunos jugadores en determinados momentos. El gol del Espanyol es una buena prueba de este hecho.
Demasiadas ocasiones falladas, otra vez
El Sevilla realizó siete tiros por seis del Espanyol. Cinco de ellos fueron a puerta. La gran mayoría de esos tiros fueron realizados por Luis Muriel, que tuvo cuatro ocasiones claras de gol y en ninguna pudo resolver eficientemente. Este partido volvió a demostrar la falta de gol que sufre este equipo, como se pudo ver durante la pretemporada. Para mas inri, el tanto sevillista llegó en una jugada rara a partir de un córner. Para un equipo que apuesta por la posesión y crear muchas ocasiones, los datos en cuanto a goles marcados con respecto a las ocasiones son preocupantes.
La expulsión de Banega terminó con las opciones
Tras demostrarse que los cambios en el once no surtían efecto, Berizzo optó por dar otro aire al equipo. La desafortunada lesión de David Soria en los primeros minutos que provocó el cambio por Sergio Rico hacían que la nueva sustitución fuese delicada. Finalmente, un nervioso Borja Lasso dejó su lugar a Ever Banega. El argentino cogió las manijas del equipo desde el primer segundo. Ofreciéndose en el inició de juego, el Sevilla mejoró bastante con su entrada. Sin embargo, en una acción a priori poco significativa, a Banega se le cruzaron los cables. Su insulto al árbitro propició su expulsión y por consiguiente que el equipo terminará por bajar los brazos. Un jugador menos pesó mucho e hizo que la posesión de balón sevillista disminuyese en gran cantidad.
En definitiva, un primer partido que evidenció algunas carencias que ya se conocían. Con todo ello, hubo notas positivas en el partido, como la buena forma de Jesús Navas y algunos minutos de Nolito. Sin embargo, las rotaciones tan radicales en el once titular no parecen una buena solución a corto plazo. Si a esto se le suma la poca resolución de cara a gol, el problema se hace aún mas notorio.