Este miércoles disputó el Sevilla su primer partido en Champions de la presente temporada, ante la Juve. Era importante sacar un resultado positivo y el conjunto de Sampaoli consiguió el empate ante el campeón italiano. Aún así, la imagen que dio el Sevilla no correspondió con la de un equipo cinco veces campeón de la UEFA Europa League. Se van a invertir 61 millones en la nueva plantilla y no está el sevillismo acostumbrado a ver a los suyos colgados del larguero.
Jorge Sampaoli siempre ha hablado de posesión de balón, de dominar al rival y de defender atacando. Quiere que su equipo sea protagonista y que la afición disfrute con el juego de los suyos. Hace poco declaró que quería ser recordado por su juego más que por los resultados, algo que entusiasmó al sevillismo. Se han fichado jugadores de mucha calidad como: el Mudo, Correa, Sarabia, Kiyotake… y el club ha invertido mucho dinero para afrontar con garantías la presente temporada.
A contraestilo
Ante la Juve era importante no perder, se jugaba ante el campeón italiano en su casa y se consiguió el empate. Sin embargo, la cuestión es el mal sabor de boca que le quedó al aficionado rojiblanco al ver la propuesta futbolística del entrenador argentino. En el Juventus Stadium se vio el Sevilla más defensivo de este siglo. ¿El fin justifica los medios? Pues para gustos los colores. Lo que nadie puede negar es la calidad que se ha fichado y el gasto económico que se ha hecho. ¿Era necesario meter 11 jugadores en el área propia sin tan siquiera tener a uno o dos futbolistas fuera del área para recoger un rechace? El resultado está ahí.
La variedad táctica es una virtud de los grandes entrenadores actuales y Sampaoli lo es. Sacó un once titular sin delantero nato, buscó sorprender al rival y solidez defensiva. Tampoco era para echarse las manos a la cabeza, estaban Vitolo, Sarabia y Franco Vázquez, que han demostrado su calidad y capacidad goleadora, pero el equipo era incapaz de acercarse al área rival, la premisa estaba clara: defender, no encajar gol. Algo que quedó patente a la hora de quitar a Franco Vázquez y Kranevitter para meter a Mariano y Carriço.
No se atacó, no se quiso o no se pudo generar peligro, asustar a los italianos. El bagaje ofensivo fue un disparo de Escudero desde fuera del área en la primera parte y una jugada personal de Correa en la segunda mitad. Mientras que en defensa hubo ciertas lagunas, siendo el larguero y Sergio Rico los que lograron evitar el gol del contrario.
Tiempo y paciencia
A esta plantilla del Sevilla le queda mucho para jugar como equipo, para estar acoplados. Solo hay que ver que se la pasan al pie, demasiado pase horizontal, juego lento y estático en el centro del campo, pocos desmarques, balonazos arriba, presión irregular al rival… Todavía queda mucho trabajo por hacer y el sevillismo va a disfrutar, con el paso del tiempo.
Es lo que hay con la política de crecimiento a la hora de vender y comprar media plantilla cada temporada. Hace falta tiempo y hay que tener paciencia, porque los resultados y el buen fútbol van a llegar con seguridad. Pero cuidado amigo Sampaoli, por mucho menos a Unai Emery se le hubiera crucificado anoche en Italia, no se hubiera esperado a su regreso, de allí no vuelve. El sevillismo no está acostumbrado a ver cómo se pone el autobús en su portería. Se puede defender sin necesidad de renunciar a la contra y se puede defender sin necesidad de meter a los once jugadores dentro del área y ninguno fuera de ella para recoger los rechaces.
Todo tiene un por qué
La explicación más lógica sobre la decisión de encerrarse atrás es única y exclusivamente por la falta de acoplamiento y seguro que no volveremos a ver en el terreno de juego tanto jugador defensivo junto. Se jugaba contra el Juventus de Turín en su casa y era importante sumar ante el rival más duro del grupo. Los fichajes no son de perfil defensivo, todo lo contrario. Hay calidad y la edad media de la plantilla (27 años) es fantástica para afrontar, con garantías, las tres competiciones que el equipo tiene por delante.
Se viajó a Italia con la intención de no perder y no se perdió, pero cuando los jugadores del Sevilla jueguen de memoria y sepan dónde está el compañero sin necesidad de pararse a buscar el pase, la cosa va a cambiar a mejor. El currículum de Jorge Sampaoli está ahí, es un ganador y lo de ayer solo fue un pequeño paso hacia delante. Es importante sumar mientras se engrasa la maquinaria y, de momento, los resultados son buenos, segundos en Liga y empate en casa de la Juve en Champions.