La sociedad está cambiando. Atrás quedan eso de que las niñas jugaban con muñecas y los niños con balones. Sin embargo, mientras estos estereotipos han gobernado la sociedad, ha habido muchas niñas que los han desafiado para disfrutar de su pasión por el balón.
Cuando escuchamos, leemos y vemos entrevistas de jugadoras veteranas de nuestra liga de fútbol femenino, es muy común que muchas de ellas comenten que creían que eran las únicas niñas que jugaban al fútbol. Es algo que alguna vez han dicho Vero Boquete o Alicia Fuentes. Muchas, o casi todas, de las jugadoras que hoy defienden alguno de los 18 escudos de la Primera Iberdrola comenzaron a jugar en equipos mixtos.
En algunos casos, no todos afortunadamente, estas niñas eran diana de comentarios machistas o discriminación. Todos los aficionados al fútbol femenino conocen la historia de Vero Boquete. La gallega luchó para que la federación territorial la dejara disfrutar del fútbol con sus compañeros de equipo. Son caminos complicados, llenos de obstáculos y que han superado. Ahora, desde su posición trabajan duro para mejorar el camino de las que vienen detrás. Reivindicaciones para alcanzar un convenio regulador, luchas para que se profesionalice la competición y se les tenga en cuenta.
Sin duda las jugadoras de la Primera Iberdrola son unos referentes valiosísimos para las niñas. Esas que ahora tienen la posibilidad de ser futbolistas y que se vea tan normal como cuando dicen que quieren ser cantantes.
En el Sevilla FC Femenino hemos sido testigos de cómo muchas canteranas conseguían su sueño de jugar el la primera división. Olga Carmona es una de las grandes exponentes de su generación, hoy volverá a la que fue su casa formando parte de uno de los conjuntos mas destacados de la competición. Si nos remontamos a etapas anteriores Lucía Ramírez o Ana Franco engrosan esta lista.
Almudena Rivero e Inma Gabarro son las últimas en consolidarse en las convocatorias de Cristian Toro. El Sevilla FC Femenino es un equipo que apuesta por la cantera. Sin embargo, cada vez se extiende más la tendencia de completar plantillas con jugadoras extrajeras. Uno de los equipos que ha adoptado esta filosofía es el Atlético de Madrid. Entorno al 75 por ciento de sus jugadoras son extranjeras. De su cantera han salido Rosa Otermín, que juega en el Real Betis, Paula, que juega en el Sporting, o Anita Marcos, esta última cedida al Valencia CF Femenino.
Es muy interesante ver cómo un equipo de la talla del Atlético, descarta a jugadoras que han crecido en el club por jugadoras de diferentes puntos del mundo. Mientras, el equipo de Nervión ha apostado por su «producto» y le funciona muy bien. Ejemplo de ellos es Ana Franco, máxima goleadora, o Almudena una jugadora que sabe mover a la perfección el balón en el centro del campo.
Rivero, Gabarro, Franco … son espejos en los que las jugadoras de los equipos inferiores se miran. Ellas, han llegado. En el mismo club, siguiendo un camino similar al que ellas están comenzando. Son la esperanza de que algún día ella podrán ser futbolistas.