Para casi ningún aficionado al fútbol es un secreto que la salida de Monchi del Sevilla marcó un antes y un después en la historia del club hispalense. No todos los clubes podían contar en sus filas con el mejor director deportivo del mundo del fútbol y en Nervión podían presumir de ello. Sin embargo, el de San Fernando se fue y la entidad trató de mantener una línea continuista para, entre otras cosas, dar una sensación de normalidad. La realidad es que el tiempo está demostrando que una pérdida como la del ahora director deportivo de la Roma siempre se nota y que el Consejo del Sevilla es consciente de ello.
Con prácticamente media temporada disputada, es el momento de sacar conclusiones sobre el cambio realizado en la dirección deportiva del Sevilla. Oscar Arias y su equipo realizaron el pasado verano un total de nueve incorporaciones. De todas ellas, solo Éver Banega es titular indiscutible en el equipo por méritos propios. Otros dos fichajes son titulares circunstancialmente: Kjaer, titular siempre desde las lesiones de Pareja y Carriço, y Pizarro, quien se ha convertido en indispensable en el once hispalense debido a la espantada de N’Zonzi, pero que hasta entonces perdía en la competencia con el francés por un puesto en el mediocampo. El resto de incorporaciones, como el Guadiana: aparecen y desaparecen de las alineaciones. La realidad es que el Sevilla juega prácticamente con los mismos jugadores de la temporada pasada, tan solo reforzados por Banega y, puntualmente, Pizarro y Kjaer.
El presidente del Sevilla, Pepe Castro, ha sido la voz más importante a la hora de reconocer que la plantilla del primer equipo presenta deficiencias. En la pasada Junta General de Accionistas, Castro afirmó que vendrían fichajes en enero para reforzar el plantel. La mala planificación de Oscar Arias en verano se confirma con el hecho de que en la planta noble sevillista se hable abiertamente de tres o cuatro fichajes para el mercado invernal. Al fichaje de Arana, le seguirán un mínimo de dos jugadores más; tres, si finalmente N’Zonzi acaba saliendo del club.
El mercado de fichajes invernal, este año se ha abierto con Arana, que a partir del 2 de enero estará a las órdenes del cuerpo técnico de Berizzo. La temporada pasada, el Sevilla realizó tres incorporaciones —con rendimiento dispar— durante esta ventana de fichajes: Lenglet, Jovetic y Montoya. La temporada anterior (15/16), el equipo entrenado por Emery recibió dos refuerzos invernales: Fazio y Diogo. Un año antes, durante la 14/15, el equipo no realizó nuevos fichajes en invierno, al igual que en la 13/14. A tenor de estos datos, las conclusiones sobre el funcionamiento del mercado invernal a la hora de surtir de soluciones al equipo en enero son contrarias a las intenciones con las que se acude al mercado. De todos los fichajes realizados en las últimas temporadas en el mercado de invierno, tan solo dos, Jovetic y Lenglet dieron el resultado deseado. Por tanto, los aficionados sevillistas no deberían esperar una revolución en la plantilla hispalense con la llegada de refuerzos invernales.
El acierto de temporadas anteriores se basa en el trabajo realizado de cara al mercado veraniego y al acierto con los jugadores incorporados en la pretemporada del equipo hispalense. Este año, el primero de Arias, los datos de rendimiento confirman que los fichajes de Nolito, Navas, Muriel -el más caro de los fichajes en la historia del Sevilla-, Corchia, Geis y Carole han sido errores de la planificación, agravados a su vez por la falta de capacidad del cuerpo técnico que encabeza Berizzo para sacar el máximo rendimiento a estos futbolistas.