Las aventuras de Juan Macana, mucho más que un palangana | Episodio 7

No es la primera vez que pasa. No se puede uno confiar. A veces parece que no tenemos memoria. La gente se olvida que el Eibar fue campeón de España. Dos veces. Es cierto que era un campeonato de aficionados, y que era en 1953 y 1956. Pero no podemos subestimar a un equipo que fue 10º en la liga. De hecho yo haría un club de todos los que salimos del décimo al segundo y saldría a festejarlo. Invitaría a casi todos menos al que salga Campeón. Pero nadie me escucha. A veces creo que soy invisible. En el partido anterior en Nervión me quedé a dormir en la grada y nadie lo notó. No les digo, soy invisible. Luego escuché unos ruidos y era el autobús que iba al partido de Copa. Me subí y me senté atrás. Iban todos muy concentrados, con sus cascos y eso. Yo me senté atrás de Sergio Rico y le hablé todo el camino para que no le pasara lo mismo. “Tu sal con todo Sergio, la rodilla arriba, puños fuera”, consejitos que uno va aprendiendo con los años de ver fútbol. Es que Rico es mi gran apuesta, mi última esperanza. ¿Qué clase de equipo somos si no logramos mantener a nuestra cantera? Hay gente que lo cuestiona, no son sevillistas seguramente. Para mí es como si cuestionan a mi primo. Es nuestra cantera, es incuestionable. ¿Qué mérito tiene sacar la billetera y fichar a un alemán de dos metros? Este chico es nuestro, y le hicieron una falta enorme. Se la hizo el Karma. Porque Cala es nuestro también, y el destino es vengativo. Bajamos y logré entrar al campo. Y me quedé atrás de su portería. Gritando mis sabios consejos. En una jugada muy importante, lo vi claro. Entonces me puse “Sergio. Sergio. Atiéndeme Sergio”. Y claro, el muchacho escuchó que lo llamaba con insitencia y no vio al barbudo ese del Leganés que iba  a hacer falta y le dio el balón en la nuca. Fue un poco culpa mía. Sergio se quedó buscándome. Seguro se preguntaba quien lo llamaba y para qué. Era yo, para darle mi apoyo y decirle que cuidado con el de la barba.  Ya ven. De buenas intenciones está hecho el camino al infierno.