La Juventus de Turín viene a por Steven N’Zonzi y el Sevilla remite al club italiano al pago de la cláusula. Esta respuesta, que se ha convertido en la contestación por defecto que da el club nervionense a todo aquel que se interesa por un efectivo sevillista, en rara ocasión ha llegado a hacerse realidad. El club acaba negociando y demostrando que el “clausulazo” es tan solo una medida para ejercer presión y sacar el máximo rendimiento económico a la operación. En el caso del centrocampista francés, además, se dan otras circunstancias que nos remontan a la renovación de N’Zonzi por el Sevilla el pasado invierno.
Pacto
La razón por la que Steven N’Zonzi no saldrá mediante el depósito de la cláusula en la sede de La Liga y sí por un importe cercano a ella tiene mucho que ver con la renovación del futbolista, que se produjo en Enero. Esta se realizó bajo el pacto con el club de que si llegaban ofertas de equipos ‘top’ europeos, como la Juve, se negociaría su venta. El equipo italiano, por su parte, partirá en su negociación desde los 40 millones e intentará rebajar ese precio y acordar unos plazos de pago. En este punto, la renovación del futbolista resulta clave puesto que de no haberse producido, la cantidad tope que podría pedir el Sevilla serían 30 millones y la Juve hubiera intentado negociar por un importe menor, por no hablar de que el contrato del futbolista estaría más próximo a finalizar y eso rebajaría su precio. En el escenario actual, el Sevilla podría acabar ingresando una cantidad cercana a los 35 millones puesto que tiene a su favor la duración del contrato de N’Zonzi (acaba en junio de 2020) y una cláusula de 40. La filosofía del Sevilla es vender para crecer. Lo ha sido durante los últimos 15 años y es la estrategia que ha llevado al club al sitio en el que se encuentra. Castro tiene muy claro que nadie es imprescindible, pero no regala a ningún jugador y tratar de sacar lo máximo es la razón que le lleva a presentar siempre primero el discurso de la cláusula de rescisión.
Desde el pasado verano
En el verano de 2016, el equipo juventino ya se interesó por los servicios del centrocampista galo del Sevilla. Por aquel entonces, Jorge Sampaoli supo convencerle para seguir una temporada más al menos y le sirvió para brindar sus mejores actuaciones en Nervión y revalorizarse en el mercado. El club hispalense, conocedor del interés que despertaba N’Zonzi en clubs de Europa con poder económico, decidió embarcarse en la renovación del jugador, reconociéndole su buen rendimiento con un aumento de sueldo y aumentando también su cláusula de resicisión, que pasó a ser de 30 a 40 millones de euros. En enero de 2017 se anunció el acuerdo entre las partes y la firma del nuevo contrato. Durante el pasado mercado de invierno, el equipo entrenado por Allegri ya intentó llevarse a N’Zonzi a Italia antes de que se produjera su renovación por el club. Su precio era de 30 ‘kilos’, pero el hecho de que no pudiera disputar la Champions con la escuadra transalpina y que el Sevilla rechazara negociar entonces por el futbolista galo, desbarataron la operación.
Antes que N’Zonzi
El verano pasado, el Sevilla ya hizo valer el valor de la cláusula de rescisión en la negociación con el PSG sobre Unai Emery y este mismo año ha sido el punto de partida para el acuerdo de salida de Jorge Sampaoli. Anteriormente, Fede Fazio, al Tottenham en 2014; Kondogbia, al Mónaco en 2013; Keita, al Barcelona, en 2008; y Sergio Ramos, al Real Madrid en 2005, fueron los últimos en ejecutar sus cláusulas de rescisión para salir el club nervionense.