El encuentro entre UD Almería y Sevilla FC tan solo fue una continuación de lo acontecido hace una semana ante el Real Valladolid con la diferencia de no sumar ningún punto esta vez. Ya en la tercera jornada de LaLiga Santander, el Sevilla FC de Julen Lopetegui continúa sumando malas noticias, malos resultados y mal juego y todo ello se ve reflejado en los puntos conseguidos: 1 de 9 posibles. Una dinámica que aleja a los de Nervión de sus teóricos objetivos para esta temporada, una que proclamaban como ilusionante. Además, para más inri, es el peor inicio del club hispalense en liga de los últimos 41 años.
Dos caras
Si algo tienen en común los dos últimos partidos son la notable primera parte que cuaja el conjunto de Julen Lopetegui para después ser un equipo totalmente distinto en la segunda mitad. En el Power Horse stadium se volvió a repetir la historia con un Sevilla FC que dejaba buenas noticias en forma de ocasiones claras, por tres veces, de Erik Lamela y con rápidas transiciones del mediocampo titular y una notable presión en campo contrario. El gol de Óliver Torres parecía alejar por fin unos fantasmas que volvieron a aparecer con el gol de Ramazani en el minuto 42.
A partir de ahí, e incluso en el resto de minutos de la primera mitad, la UD Almería se hizo dueño y señor del partido, con Sadiq a la cabeza desesperando a la defensa del Sevilla FC con la compañía de Ramazani. El nigeriano tan solo necesitó diez minutos de la segunda parte, lo que habla muy mal de las charlas de Julen al descanso, para poner a los suyos por delante y meter de nuevo al equipo hispalense en la dinámica de los últimos tres partidos de liga. Desde el gol, todo se volvió gris, impreciso, con ciertas notas de desesperación y excesivo nerviosismo, hasta que Gil Manzano dio el pitido final dejando muy malas noticias para el Sevilla FC.
Lopetegui y su inoperancia en las sustituciones
Pese a que no es el único culpable, el vasco está siendo señalado por su mala decisión en las sustituciones. Ante el Almería, su decisión errónea tuvo a Karim Rekik como protagonista. El central neerlandés estuvo condicionado por una amarilla desde el minuto 15 en su lucha con dos jugadores más veloces que él, como son Sadiq y Ramazani. Además, Gil Manzano le perdonó la expulsión tras un pisotón a un jugador de la UD Almería aún en la primera mitad.
Por otra parte, en cuanto al once inicial, la posición del Papu Gómez sigue dando que hablar. Pese a que el argentino no está mostrando un gran nivel, su posición en banda solo origina malas noticias pues empeora su participación en el juego del Sevilla FC. Lo único positivo por parte del preparador vasco fueron sus tres cambios de sistema como forma de buscar una solución que finalmente no se llegó a dar, ni siquiera con dos delanteros en el terreno de juego.
Óliver Torres y el Sevilla FC
El jugador extremeño fue de los mejores noticias que dejó el encuentro entre la UD Almería y el Sevilla FC. De ser uno de los candidatos a abandonar la disciplina sevillista a consagrarse los dos últimos partidos como titular en el once de Julen Lopetegui. Además de su buen gol, llegando desde atrás y con un remate de delantero de quilates, dirigió el juego sevillista y se asoció muy bien con sus compañeros. Óliver Torres debe ser importante en un centro del campo en el que la edad empieza a hacer mella y poner ese ritmo rápido que acusa el juego hispalense que lo hace muy previsible para los rivales.
Una defensa que hace aguas en el Sevilla FC
Pasará mucho tiempo hasta que el sevillismo se olvide del triangulo formado por Koundé, Diego Carlos y Fernando. De los tres, solo el pivote continúa en plantilla… pero lejos de su mejor nivel. La dupla formada por Rekik y Nianzou dejó muchas dudas en el Power Horse Stadium. El buen papel del neerlandés desde la salida de Diego Carlos parece haber quedado en nada, tras contagiarse también el central de la falta de confianza que arrastra el equipo sevillista. Por su parte, Tanguy Nianzou deja destellos de ser un prometedor central pero la negativa dinámica y las malas noticias que genera el Sevilla FC hace que sus 20 años sean un inconveniente aún por solventar.