Es un secreto a voces: Caparrós volverá el año que viene a Nervión. Lejos queda su incorporación al club hispalense allá por el año 2000. La situación en la que llegó a la entidad era mucho peor que la actual: en Segunda División y con grandes problemas financieros. Durante los cinco años que estuvo de técnico logró levantar al equipo y alcanzó una histórica clasificación a la UEFA, algo insólito por aquellos años en Nervión. Pues bien, ahora Joaquín volverá al club de sus amores dispuesto a llevar a cabo otra función distinta a la de entrenador. Se antoja un Joaquín muy visible en la institución, con mano en el primer equipo y, como bien sabe hacer, en la cantera.
Impulsor de cantera
Sabido es que Joaquín es hombre de cantera. Muchos fueron los hombres que con él debutaron en Nervión, entre ellos campeones del mundo como Jesús Navas o Sergio Ramos. Desde su marcha en 2005, la cantera sevillista ha ido en decadencia. Sigue habiendo materia en los escalafones inferiores, pero da la sensación de que no se sabe explotar los buenos recursos que el Sevilla atesora en la Ramón Cisneros. A pesar de que el filial lleva dos temporadas seguidas en Segunda División, innumerables son los canteranos sevillistas que han tenido que hacer las maletas en busca de una oportunidad lejos de casa. Aquí también espera el club que entre la figura de Joaquín Caparrós, para poder ayudar a que por fin se vuelva a explotar la cantera sevillista para el disfrute de sus aficionados.
Larga espera
Desde su salida del club, el sevillista de a pie ha soñado con este momento. Cada vez que un entrenador se despedía del Sevilla FC, el primer nombre que salía a la palestra era el de Joaquín Caparrós. Por su sevillismo, que no ha dudado de mostrar allá donde ha ido, y por su buen hacer en Nervión en un momento difícil para el club, de la mano de un magnífico trabajo de cantera, los sevillistas festejan la vuelta de uno de sus estandartes. Una figura con la que desean que el conjunto hispalense recuerde esa identidad que parece perdida.