En vísperas de la final de Europa League que va a disputar el Sevilla FC, desde la Psicología deportiva es muy interesante recordar una interpretación que hizo Xesco Espar, en su libro “Jugar con el corazón”. Fue cuando era entrenador del FC Barcelona de balonmano, el día anterior a la final de la Copa de Europa. Haciendo uso de una de las escaleras de las gradas del pabellón, les dijo a sus jugadores que la final era sólo un escalón más de los que ya habían recorrido, ni más alto ni más empinado, era exactamente igual que el resto de escalones.
Trayendo esta metáfora al partido que le atañe al Sevilla FC, vamos a explicar qué conlleva la misma, por qué es una metáfora tan acertada y cuáles son los factores psicológicos que componen la escalera.
Confianza; como en cada paso anterior
El trabajo que empezaron los jugadores y el staff técnico hace ya más de un año son las bases del partido que van a afrontar, y es el primer factor a tener en cuenta por parte de los jugadores para jugar el partido con el mayor nivel de confianza. Hay un recorrido ya realizado, un trabajo diario y unas bases establecidas. Sentir control sobre todo esto da confianza a nuestro rendimiento, nos ayuda a centrarnos en nuestros puntos fuertes y disminuye la ansiedad que puede generar este tipo de partidos.
Cohesión; todos hemos recorrido este camino
Es muy importante que todos los jugadores sean conscientes de que son partícipes del camino recorrido y han sido relevantes para llegar a este último peldaño. Hacerles ver que fueron y son importantes en el equipo, tanto durante la temporada como concretamente en esta competición, hace que la cohesión que el equipo ha alcanzado a día de hoy sea tan alta y beneficiosa para el rendimiento tanto individual como colectivo.
Gestión de la presión; todos los escalones son iguales
Asemejar el partido de la final a los anteriores ayuda a los jugadores a liberar la presión que puedan sentir si a este partido le damos una importancia demasiado alta. Si los jugadores asimilan que los esfuerzos que hicieron en las rondas anteriores son igual de importantes, no sentirán un exceso de ansiedad y podrán afrontar el partido con mayores garantías de tener su mejor nivel.
Gestión emocional: la emoción de alcanzar este último escalón
La emotividad no solo de este partido, sino de esta competición, es algo que el Sevilla FC trabaja muy bien en todo momento, recordando en cada partido previo la importancia que tiene esta competición para el club y lo que representa para la afición. Ese punto diferencial que tiene la emoción de un partido y de una final es necesario darlo en las dosis óptimas, tratando que, además del beneficio grupal, cada jugador busque y encuentre ese motivo personal o esa emotividad que le haga dar su máximo nivel en todo momento.