Quedé horrorizado. Pensé “Ojalá alguien pudiera solucionar esta tragedia”. Quizás un amigo del futbolista que le hable, en confianza. Otra solución, más complicada sería que los medios de comunicación se pusieran las pilas, reflexionaran sobre el tema y lograra evitarnos tener, en el futuro, una generación de cretinos. Les explico a que me refiero: por casualidades de la vida estaba viendo en internet cosas de tv (buena forma de ahorrarse publicidad molesta) y encontré un programa de “Pasapalabra” con niños. Un chiquito de menos de diez años, seguramente hincha del Real Madrid, cada vez que su equipo hacía un punto, gritaba “UUUH!”, con un gesto desagradable, antipático, fuera de contexto, que incomodaba a todos. Me costó darme cuenta del motivo por el que lo hacía, hasta que entendí que estaba imitando el gesto que hace Cristiano Ronaldo cuando mete un gol (ya sea de penal, por mérito de un buen pase, o por una buena jugada individual o colectiva, a él le da igual, antes de saludar a sus compañeros o celebrar con su hinchada, hace ese gesto que nadie de su familia tuvo la brillantez de decirle que es- cuanto menos- antiestético). Lo mal que caía el gesto del niño, obviamente, no es culpa del niño. Pero si es responsabilidad del jugador que no sabe hasta que punto es una referencia. Por eso decía lo bueno que sería que un amigo de Cristiano le dijera que el fútbol es un deporte colectivo, y que estaría bien que lo entendiera así. Mucho peor es el papel que juegan los medios, incluso los madridistas, que le festejan el grito en lugar repetir de lo que sentimos el resto de los que amamos este deporte, “vergüenza ajena”.
Esta reflexión viene a cuento porque los medios instalan frases y gestos que luego todos repetimos. “La envidia es el deporte nacional”, (en un país lleno de gente generosa, o en una ciudad como Sevilla donde muchos se dedican a pasarla bien en grupo). “Lo que quiere la gente…” seguido de lo que quiere su partido, (suele ser dicho por un politicucho y/o “periodista o tertuliano”). “ Quieren romper España”, (como si nuestro país fuera un vaso de cristal en lugar de un territorio)… en fin… Mil ejemplos que se repiten y que luego vemos con sorpresa que la gente los cita como propios. Titulares sin contenido.
Un extraño fenómeno diferencia la conexión que tiene la gente con la selección. En Uruguay cuando juega la celeste el país se detiene. Lo mismo pasa en Argentina y en Brasil. Todos los hinchas de cualquier equipo cambiaríamos cualquiera de nuestros títulos por que gane nuestra selección, y podemos, casi de memoria, contar cada partido, cada jugada, cada derrota y por supuesto, cada victoria.
Hay una parte comprensible. Como sevillista me emociona que en la jugada del gol de Iniesta, participara Jesús Navas, dentro de 50 años cuando lo veamos nos va a conmover más aún. Entiendo que se remarque el gol de Vitolo, de uno de los nuestros. Pero en la selección, todos son los nuestros, y eso, con incomprensible torpeza, la prensa no lo aprovecha, y la gente no conecta. Cuando están de rojo, todos son los nuestros, el sevillano Ramos que juega en el Madrid y el catalán Piqué, del Barca. Pero aquí llega un titular imperdonable, que no debemos aceptar. ¿Les parece normal que critiquemos a Sergio Ramos? A mí me puede caer mejor o peor, al igual que Piqué, pero ellos hicieron ganar a nuestra selección dos Eurocopas, y un MUNDIAL. Amigos, amigas, estos héroes del fútbol ganaron un ¡MUNDIAL! Yo se que los medios decían que era lógico, y que lo merecíamos, incluso algunos (que dicen ser “periodistas deportivos”) decían que iban a ganar otro mundial, como si eso fuera fácil, perdiendo perspectiva de que ganar dos Eurocopas seguidas tampoco es normal. Puede suceder que nunca más se gane un mundial de fútbol, pero qué más da, ellos si lo ganaron, y eso quedará para siempre, la copa más importante del fútbol. No importa a que aspire tu equipo, no hay un campeonato como ese, y lo ganaron ellos. ¡Que más da que Sergio Ramos haga un penal!, como si quiere hacer pis en el banderín del córner, cuando se viste con la Roja, con esa estrellita que pocas selecciones tienen, es nuestro héroe del fútbol y tiene autoridad y crédito de por vida. Eso piensa alguien que ama a su selección.
Maldini es un periodista que me encanta (en su bio de twiter dice: Socio de honor de Peñarol y Nacional), pero el otro día cuando jugaba Uruguay vs. Venezuela, puso un único tuit. Fue este “Peñaranda provocando exclamaciones en el Centenario. Menudo partido está haciendo”. Estuve hasta las 3 de la mañana esperando alguna otra referencia al partido, lo mismo por la TV. Se pudo ver que Neymar sangró un poco por un golpe, repitieron mucho que un ecuatoriano se hizo el enfermo para escapar de la policía (por cierto, ese tipo que tiene mucha plata, la policía lo busca porque no le pasa la pensión a su hijo, no da gracia, habría que remarcarlo), de Argentina pasaron poco porque no jugó Messi, aunque fueron una joya las declaraciones de Mascherano (que lindo es cuando un jugador habla de corazón)… Aprovecho para contárselos aquí. Uruguay ganó 3 a 0, Suarez puso un centro a Lodeiro en un golazo, luego hizo un pase de taco (al mejor estilo Ganso), Cavanni metió dos goles, lindo fútbol, una lástima que no interese.
Escribo esto sin saber como va a salir la selección hoy, ni España, ni Uruguay, y le digo el motivo. No me importa. Ganen o pierdan ellos son mis héroes del fútbol. Les tengo fe en que si pueden van a ganar, pero hay otros 11 tipos enfrente que quieren lo mismo y por suerte (bendito fútbol) va a pasar cualquier cosa.
Algo si tengo claro, tenemos la suerte de poder ver en vivo y en directo a Suárez, Cavanni, a Messi, a Neymar, pero por sobre todas las cosas, tenemos la increíble bendición de ver a esa maravilla de jugador llamado Andrés Iniesta, la demostración viviente de lo ignorantes que son quienes no le han dado un Balón de oro (uno o varios). ¿Quieren ver jugar al fútbol? Miren a Iniesta. Niño del Real Madrid, padres y madres de niños y niñas de todas partes del planeta, ¿quieren un jugador de fútbol al que imitar? Imiten a Andrés Iniesta.
Nota del autor: “Sobre héroes y tumbas” es un libro del argentino Ernesto Sábato que incluye “Informe sobre ciegos”. Ciegos estamos por culpa de la TV y los medios que nos muestran la verdad a medias. La ignorancia es la tumba de la libertad.