La abultada victoria en Copa ante el Valencia, que dio la clasificación al Sevilla FC para los cuartos de final, se saldó con una desagradable noticia para el entorno hispalense. Jesús Navas volvió a echarse la mano a la pierna. Se sentó y esperó a los servicios médicos, para después, retirarse con mala cara. La historia se repite en una temporada dura para el palaciego en lo que respecta a lesiones. El calendario no perdona. Lopetegui y el equipo esperan buenas nuevas de los doctores.
Demasiados minutos
La campaña comenzó casi sin vacaciones para los futbolistas. La disputa de la final de la Europa League fue seguida de partidos internacionales. Navas fue convocado por Luis Enrique para las tres citas del mes de septiembre. El de Los Palacios comenzó inmediatamente después sus vacaciones, las cuales no completó para poder estar en el duelo de Supercopa frente al Bayern. Desde ese momento, una cuesta arriba interminable cargada de partidos. Navas lo jugaba todo, hasta que ocurrió lo que nadie deseaba. La musculatura llegó a su límite. Sus piernas requerían varios días de descanso absoluto. Sin embargo, forzó y con molestias, quiso continuar al pie del cañón. Cierto es que su ausencia se nota sobre el verde, pero llegados a un punto, dosificar se vuelve estrictamente necesario. Van casi dos meses de advertencias que llegan del aductor.
Sin confianza en Aleix Vidal
Si la falta de Jesús Navas en el plantel, de por sí, es un quebradero de cabeza para el guipuzcoano, más aún cuando no se fía de su fondo de armario. Ahí está Aleix Vidal. Le da minutos, juega cuando es imposible que su lateral titular esté. Pero si hay una mínima posibilidad de que Navas llegue, banquillazo y el palaciego al campo. El Sevilla FC está vivo en tres competiciones ilusionantes. En la carrera de fondo que ello supone, contar con dos jugadores por puesto es indispensable. En ese lateral derecho, Aleix solo está para casos extraordinarios.
Jesús Navas, en vilo
La gravedad de este nuevo contratiempo mantiene expectantes a todo el sevillismo. Lopetegui reza en su casa, porque las consecuencias pueden ser diversas dependiendo del daño que tenga el aductor. Si hay suerte y solo existe una microrrotura o una sobrecarga, la duración de la baja rondaría entre los siete y los catorce días. En contraste, el escenario más pesimista mandaría a Navas a la enfermería entre uno y tres meses. Esto, en caso de tratarse de una rotura de fibras, lesión muy delicada. Ya es baja con total seguridad para este sábado ante el Eibar. Getafe, Huesca y Osasuna son los tres duelos más próximos en Liga. Entre semana, la Copa del Rey, y si se logra la clasificación, ida y vuelta en semifinales. También aparece la Champions por el horizonte. El 17 de febrero se disputa la ida de octavos en el Ramón Sánchez-Pizjuán, frente al Borussia Dortmund. Tramo difícil que, en el peor de los casos, se perdería el duende de Los Palacios.
☹️☹️☹️