Bien es cierto que los partidos de Europa nunca son fáciles. Por muy poco nombre que tengan los clubes participantes, el grado de concentración al que se someten todos los equipos en la Champions es máximo. El Sevilla binen lo ha sufrido en sus partidos, pero ha salido indemne de la derrota en sus enfrentamientos de ida ante los rivales que forman, junto a los de Sampaoli, el grupo H.
Cero derrotas
Un rival como la Juve siempre te hace pensar antes de comenzar la competición que, por muy mal que le salgan los partidos, siempre vas a tener presente la opción de derrota. Y más en el feudo italiano. Sin embargo, los partidos hay que jugarlos y el Sevilla consiguió sacar del Juventus Stadium un valioso punto en vistas a soñar con conseguir la primera plaza del grupo. El Olympique de Lyon y el Dinamo de Zagreb parecían más asequibles para los sevillistas y así sucedió, aunque no por una superioridad aplastante.
Bien armados
Otra de los méritos de este Sevilla y en su participación en los tres partidos que ha disputado en esta fase de la Champions es la imbatibilidad en goles encajados. Junto a la Juventus y Leicester, y a la espera de que el Atlético dispute su encuentro de la tercera jornada, el Sevilla ha conseguido no encajar ningún gol, tema que preocupaba en las oficinas sevillistas tras los resultados que está cosechando en la competición doméstica.
Cerca de octavos
Estas dos armas que ha conseguido el Sevilla como son la imbatibilidad en derrotas y goles encajados permiten al Sevilla estar más que encaminados a conseguir una plaza en el bombo de octavos de final, aunque bien es cierto que si todo sigue como está sucediendo, el partido que decidirá la suerte de los sevillistas será el partido que los enfrentará a la Juventus en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Llegados al ecuador del grupo H, los de Sampaoli deberán seguir en esta dinámica y prolongarla lo máximo en el tiempo, con el fin de poder ver al Sevilla en la siguiente ronda de la competición junto a los 16 mejores equipos de Europa.