No se recordará el encuentro del pasado domingo frente al Getafe como uno de los mejores del equipo. Es más, el Sevilla pudo firmar uno de sus peores encuentros en varias temporadas. Y aún más podría decirse que fue uno de los peores partidos que ha disputado en el Alfonso Pérez, estadio maldito para los sevillistas. Pero ganó. El Sevilla de Berizzo consiguió los tres puntos de la temporada, cuando pocos creían que sacaría algo positivo.
El centro del campo formado por Pizarro, Ganso y Krohn-Dehli no dio el resultado esperado. Ni en el control de la posesión, que por muchos instantes fue para el conjunto madrileño, ni en la precisión de los pases. El Sevilla perdió ciento setenta y cinco balones durante el encuentro y pocos servían para elaborar jugadas de peligro. El centro del campo no fue el único contratiempo para Berizzo. Los tres hombres de ataque, Ben Yedder, Nolito y Navas, tampoco estuvieron acertados. De hecho, las ocasiones más claras fueron para el Getafe, que encontró una gran respuesta en Sergio Rico, que fue uno de los destacados del encuentro.
Para el optimismo sevillista queda la figura de Kjaer. El danés cuajó un buen encuentro y pareció darle más solidez a la zaga sevillista, algo que se le demanda al equipo y a Berizzo. La acción más clara para el Getafe se produjo en la primera parte, cuando Amath recibió dentro del área sin oposición y que de haber tenido más puntería, hubiese supuesto el uno a cero para los madrileños.
Decidió Ganso
Si bien el Getafe llegó más que el Sevilla en la tarde del domingo, el conjunto sevillista premió casi su única llegada con peligro. El toque sutil de Ganso a centro de Mercado, acabó con el balón en el fondo de la red y poniendo los primeros tres puntos de la era Berizzo. El partido tan cuestionado del brasileño no quedó en un segundo plano. Pero al César lo que es del César. Su genial y complicado remate sirvió para coger aire antes del parón y romper el maleficio de Getafe.
Victoria que no se producía desde el año 2008, cuando el Sevilla venció por cero a dos en la que era su única victoria en el Alfonso Pérez. Un resultado que pudo repetirse el pasado domingo si Muriel hubiese estado más acertado en el mano a mano frente a Guaita. El Sevilla de Berizzo sigue cuestionado, tras los cuatro partidos oficiales que ha disputado. Sin embargo los tres puntos antes del parón valen para coger aire antes de la próxima cita que afrontará el Sevilla. Liverpool y la Champions esperan.