A lo largo de la historia del fútbol español ha existido siempre un nexo de unión entre Sevilla y La Coruña, una conexión que ha estrechado notablemente la enorme distancia que separa a ambas ciudades y que va más allá del hermanamiento que existe entre las aficiones del club andaluz y gallego. Son muchos los jugadores que han vestido los colores de ambos equipos durante en el arco de su carrera como futbolista, alguno de ellos tan sonados como Bebeto o Nando, otros históricos como Campanal II o, hasta el mismo Arsenio Iglesias, quien fuera delantero en aquel gran Sevilla de los años cincuenta y luego uno de los artífices del Súper Dépor de los noventa. También ha habido algunos canteranos sevillistas que marcharon al conjunto gallego para disfrutar de más minutos, como Arribas o Gallardo.
De Arsenio Iglesias a Campanal II
El baile de jugadores de un equipo a otro viene desde la década de los cincuenta y sesenta. Nombres como Manuel Díaz Gil “Liz”, Antonio de los Ríos Arenas, Santos Bedoya y Manuel Idígoras alternaron la camiseta blanca y la blanquiazul en diferentes momentos de su trayectorias. Incluso jugadores de la talla de Campanal II, el gran defensa sevillista que durante dieciséis temporadas jugó en Nervión y luego se marchó al Deportivo, o Arsenio Iglesias que, después de debutar en el conjunto coruñés en la temporada 51/52, pasó por el cuadro hispalense, llegando a ser parte del equipo que disputó la Copa de Europa en la temporada 57/58.
El fracaso de Bebeto
Desde los años sesenta, hay que dar un salto importante hasta llegar a los noventa para ver de nuevo a jugadores de pasaron de uno a otro equipo. El primero fue el defensa Ricardo Serna que militó en el Sevilla desde 1982 hasta 1988. Luego pasó por el Barcelona de Cruyff, en donde jugó cuatro temporadas y, finalmente, recaló en el Deportivo en 1992, donde permaneció dos temporadas. Otro defensa que dejó el Sevilla para poner rumbo a la ciudad gallega fue Ramis que, tras jugar una temporada en Nervión, en 1997 fichó por el Dépor. También el central Nando, que jugó seis temporadas en el cuadro coruñés, se marchó a la capital hispalense en 1998, y el centrocampista Alfredo, que fichó por el Sevilla en 1997, después de una buena trayectoria en el Súper Dépor de Arsenio Iglesias.
Pero si hay un caso sonoro, es el de Bebeto. La flamante estrella del Deportivo de La Coruña y de la selección brasileña, con la que cuajó una gran participación en el Mundial de Estados Unidos de 1994, consiguiendo el título de campeón del mundo, llegó a Sevilla en aquel invierno de 1996, ya en horas bajas, con más cartel que calidad. Era un Sevilla que pasaba por graves dificultades a nivel deportivo y económico, luchando a capa y espada por la permanencia. Con la llegada del delantero carioca se pretendía dar un impulso al equipo para lograr la salvación, pero fue un absoluto fracaso. No marcó ningún gol, se marchó por la puerta de atrás y el equipo nervionense descendió a Segunda División.
Continúa el intercambio de cromos
Ya en el siglo XXI, el intercambio de jugadores entre ambos clubes ha continuado hasta hoy con Héctor, Marcos Vales, Duscher, Fernando Navarro y jugadores formados en la cantera sevillista que han encontrado más minutos en el conjunto gallego como Alejandro Arribas, Gallardo o Luís Alberto. Otro ex sevillista como Marchena, después de pasar con éxito por varios equipos, acabó en el Deportivo, donde puso fin a su etapa como jugador de primer nivel, antes de marcharse a la India para jugar una temporada.