Hoy serán muchos los resúmenes que veremos, oiremos y leeremos de cuanto ha acontecido a lo largo de este 2015 al que le quedan pocas horas de vida. Pero no será éste el lugar en el que se haga una valoración (barra) balance, de todo lo que ha supuesto el año en el Sevilla FC.
Lo que sí está claro es que, al menos, lo despide por la puerta grande. Con los tres puntos de rigor correspondiente a la jornada. Pese a las derrotas iniciales ante el Atlético y el Celta, el equipo nervionense concluye esta etapa liguera correspondiente al año en curso sin perder la racha victoriosa en casa (cosa que no ocurre cuando es el visitante).
Y es que, de momento, llevan seis victorias y dos empates encajando tan sólo un gol en 720 minutos aunque en esta ocasión tampoco es que lo tuvieran muy difícil. El Espanyol me pareció no estar muy a la altura de las circunstancias. Un quiero y no puedo que motivó un primer tanto sevillista por parte de Cristóforo, que sí supo dar el “do de pecho”, y que hizo despertar a los catalanes.
Pero de nada sirvió ya que Banega, tras un regalo españolista, encajó el segundo tanto del partido poco antes de terminar la primera parte.
Tras el descanso el equipo perico se hizo con la posesión del balón pero no supo más que marear la perdiz en un alarde de pseudodominio al que no supieron sacarle partido. Vamos, que quienes dominaron en el terreno de juego durante los noventa minutos fueron los de Emery.
Así que el año termina para el Sevilla de la mejor forma posible. Con una cómoda victoria que hace que tanto la plantilla como su afición ansíen las jornadas del nuevo año como agua de mayo, sin olvidar los próximos enfrentamientos con los de la Palmera y la competición en la que dominan con fuerza: la UEFA Europa League.