El equipo del ‘Toto’ Berizzo perdió los tres puntos ante el equipo vasco y terminó el año con malas sensaciones. Esta derrota no solo ha supuesto no sumar en Liga, sino volver a poner en duda de nuevo la actitud de los jugadores sevillistas. El Sevilla FC volvió a tener que remar a contra corriente y solo en el empate al borde del descanso consiguió reponerse.
Calidad individual vs. Equipo
La celebración de rabia de Wiss Ben Yedder al anotar el tanto del empate justo antes de terminar la primera mitad tiene un mensaje que rescatar. De nuevo, el Sevilla no consiguió cohesionarse como equipo y la calidad individual del delantero tuvo que sacar las castañas del fuego al equipo. Ben Yedder se fabricó en el área el tanto para conseguir el empate y ese tanto psicológico que pudo dar fuerzas a todos para afrontar la segunda parte.
Sin embargo, el equipo de Nervión siguió en un quiero y no puedo en la segunda mitad. Las pocas ocasiones que el Sevilla conseguía enlazar no encontraban rematador y estaban condicionadas por la falta de intensidad. Esta actitud del equipo, ante un rival asequible, hace que salten todas las alarmas en los aficionados sevillistas.
El derbi, prueba de fuego
El Sevilla comenzará el año con el enfrentamiento en Copa del Rey ante el Cadiz CF, en el Ramón de Carranza. Sin embargo, una fecha anotada en rojo en los calendarios es el derbi sevillano. El primer enfrentamiento liguero del 2017 será ante el eterno rival y el Sevilla no llega con las mejores sensaciones posibles. La presión que tiene un duelo de estas características merece más actitud que la mostrada por los jugadores ante Levante y Real Sociedad.
Las dudas sobrevuelan el feudo sevillista. De nuevo las miradas están puestas en Eduardo Berizzo y el juego de su equipo. El derbi sin duda puede ser una oportunidad de oro para que el Sevilla FC vuelva a recuperar la actitud de segundas partes como las del partido ante el Liverpool y de un golpe sobre la mesa para seguir luchando por los objetivos.
Necesario mercado invernal
La planificación sevillista está en el punto de mira y no se están aprovechando todos los recursos de los jugadores fichados en el mercado veraniego. El bajo rendimiento de algunos de los refuerzos hace necesario que el Sevilla busque nuevos recambios. Arana ya es oficialmente jugador rojiblanco, pero se espera algún que otro movimiento para poder pelear en Champions, ante el Manchester, y en Liga y Copa hasta final de temporada.
Aún está a tiempo la entidad sevillista de enmendar algunos de los errores en la planificación, pero para ello es necesaria que vuelva la «casta y coraje» como gen dominante en este Sevilla de Berizzo.