Dos de las apuestas más importantes de la dirección deportiva no están rindiendo al nivel esperado. Ellos son Quincy Promes y Joris Gnagnon. El Sevilla realizó un desembolso importante por ambos futbolistas. El Sevilla tiene hasta siete partidos hasta el parón navideño, y necesita la mejor formar de todos sus jugadores disponibles para afrontar los partidos importantes que se aproximan.
Quincy Promes
El holandés llegó a Sevilla como una de las apuestas más fuertes de la dirección deportiva. Aún no ha conseguido destacar como se preveía con su fichaje y sobretodo con el partido que realizó frente al Sevilla en la fase de grupos de la pasada Champions League. Donde fue un quebradero de cabeza para la zaga sevillista y para Sergio Rico. Es cierto que el cambio de sistema le ha perjudicado bastante, ya que el llegó a Sevilla como un puro extremo izquierdo, con desequilibrio y mucha versatilidad. También en su contra está el gran momento de forma que atraviesan Ben Yedder y André Silva, que están haciendo una temporada goleadora excepcional.
Quincy Promes tan solo ha anotado un gol en lo que llevamos de temporada, fue en el 6-0 en el Sánchez Pizjuán frente al Akhisarspor. El holandés puede tener otra oportunidad en el partido decisivo frente al Standard de Lieja y es donde tiene que dar un golpe en la mesa para hacerse con un hueco en el equipo.
Joris Gnagnon
El joven francés es un apuesta de futuro que realizó Joaquín Caparrós. El central galo no ha conseguido realizar un gran papel en ninguno de los siete partido que ha disputado con la elástica sevillista. Gnagnon si ha podido contar con oportunidades, ya que la zaga sevillista ha sufrido bastantes lesiones a lo largo de la temporada (Kjaer, Mercado, Amadou y Carriço) han sufrido lesiones y no ha sido capaz de demostrar su valía.
El galo, al igual que Quincy Promes, debe aprovechar su más que su probable participación en alguno de los partidos que vienen hasta el parón navideño, para así poder competir con sus compañeros por un puesto en la zaga sevillista.