El Sevilla FC consiguió en su visita al Krasnodar el pase a los octavos de la Champions League tras un vibrante partido cargado de emoción. En un once con varias novedades, Koundé ocupó el puesto de Navas y Gudelj se incrustó como central en el eje de la zaga. En el centro del campo apareció Óscar Rodríguez y Munir, quien a la postre sería decisivo, ocupó la banda izquierda. Tras un choque muy disputado e intenso, la entidad andaluza volvió a dejar claro que nunca baja los brazos y selló el pasaporte que le lleva a la siguiente ronda de la máxima competición continental.
Un Sevilla FC dominador
En Rusia se vio la mejor versión nervionense. El Sevilla FC anotó el primero del partido a los cuatro minutos y dominó de cabo a rabo el resto de la primera mitad. El Krasnodar solo apareció por el área de Vaclik en los últimos compases, con algo de peligro pero sin acierto en la definición. Sin embargo, el equipo andaluz sí tuvo varias claras para poner tierra de por medio en el electrónico. Koundé culminó un contragolpe de libro que inició Rakitic y pasó por Ocampos, pero su disparo al palo corto lo desvió Gorodov a córner. Munir también probó al meta ruso en el minuto 17 con un disparo muy lejano que detuvo el ruso y Diego Carlos pudo anotar el segundo, tras peinar una falta, pero el cuero se marchó rozando el palo largo. La más clara del Krasnodar la tuvo su hombre de más calidad, Rémy Cabella. El francés se adentró en el área, recortó a Gudelj y disparó, pero no lo hizo bien y detuvo bien Vaclík.
Se revolucionó el partido
En el segundo tiempo se vio un partido distinto. Tras la reanudación, el Krasnodar salió a jugar en campo rival y pronto llegó el primer susto serio. En el minuto 49, Koundé salvó al Sevilla FC tras un error de Gudelj. El serbio se relajó en un control del esférico y Cabella llegó por detrás y se lo robó. El francés se fue de Vaclik y, cuando disparó a puerta vacía, apareció Koundé. El central se lanzó al verde y desvió in extremis el chut de su compatriota. El balón golpeó en el palo y el rechace lo cazó Vaclík. Fue el presagio del tanto ruso, que llegó dos minutos después. A partir de ahí, Lopetegui movió el banquillo coincidiendo con la lesión de Escudero, que se volvió a dañar el codo en un mal apoyo.
El Sevilla FC recuperó el control del juego y dispuso de varias ocasiones. Sin embargo, acusó la falta de acierto en la definición. De Jong tuvo dos antes de ser sustituido por En-Nesyri y Munir y Óliver Torres también lo intentaron. La más clara fue de Idrissi, que recortó a un defensa ruso y soltó un zurdazo que Gorodov solo pudo desviar a córner en el último segundo.
Los goles del partido
El primero del Sevilla FC en el partido nació de los pies de Ocampos. El argentino se fue por la banda diestra, dejó atrás a dos contrarios y puso un centro al corazón del área. Allí, cabeceó defectuosamente Munir pero el rechace le cayó a Rakitic en la luna de área y desmarcado y a bote pronto enganchó una volea imparable que se convirtió en el primer tanto de la noche.
En el minuto 56 llegó el empate del Krasnodar. En la luna del área sevillista, Berg vio a Wanderson desmarcado a su derecha, le pasó el cuero y el diez del equipo ruso no desaprovechó la ocasión, cruzó un disparo seco que se coló en la portería de Vaclik tras rebotar en Koundé. El galo estuvo a punto de volver a evitar el tanto del Krasnodar, pero no pudo conseguirlo en esta ocasión.
El gol de la victoria del Sevilla FC llegó en el minuto 94. Munir recibió el balón de En-Nesyri en el área y disparó. Su lanzamiento rebotó en un defensa, volvió a controlarlo y soltó un derechazo cruzado que perforó la meta rusa sin que Gorodov pudiera evitarlo.
El Sevilla FC, camino de octavos
El Sevilla FC ha sellado su pase a la siguiente ronda de la Champions League tirando, una vez más, del Dicen que nunca se rinde. Los nervionenses consiguieron un triunfo merecido a la par que sufrido. Los de Lopetegui acusaron de nuevo la falta de acierto arriba, pero es un equipo con una fe infinita y que nunca baja los brazos. Muy bien Koundé y, de nuevo, muy bien Lopetegui acertando con los cambios y devolviéndole al equipo el equilibrio que perdió tras el tanto del Krasnodar. A octavos con todo el merecimiento del mundo.