El Sevilla FC visitó El Sadar para afrontar un partido de lo más complicado. Esperaba Osasuna, un rival siempre complicado en su territorio. Julen Lopetegui dispuso de inicio a Munir y Óliver Torres, dentro de su clásico 4-3-3, como novedades para buscar la victoria y levantarse del traspié sufrido en Liga de Campeones. Los nervionenses realizaron un partido muy serio y lograron la sexta victoria consecutiva en LaLiga.
Intensidad sobre el verde
Arrancó el encuentro con el habitual testeo por parte de ambos conjuntos. Tuvo en su cabeza Rubén García el primero para los navarros, pero la bola salió desviada. Pasados cuatro minutos, el Sevilla FC se fue haciendo con el control del partido. La medular sevillista comenzó así a buscar las grietas de la rocosa zaga de Osasuna. Y se derribó por medio de un saque de esquina. Se adelantaron los visitantes tras el primer susto en el área de Bono, una vez más, gracias a la estrategia. El gol animó a los rojillos a ir al ataque con el empate entre ceja y ceja. Aumentó así la intensidad sobre el césped, dando la sensación de que cualquier despiste podía ser letal para unos y otros. En el último cuarto de hora del primer asalto, Osasuna adelantó líneas y el Sevilla FC se comenzó a sentir un tanto agobiado, pero no sufría en exceso alrededor de su área. Los navarros chocaron con una defensa bien plantada. Los hispalenses buscaban la suya al contraataque, al igual que en la presión tras pérdida, pero no tuvieron éxito. Sin mucha más novedad, el colegiado señaló el túnel de vestuarios con todo aún en el aire.
Sentenció De Jong
Nada más comenzar la segunda mitad, llegó el segundo tanto hispalense para encarrilar el triunfo. El golpe de efecto dio tranquilidad a los hombres de Lopetegui y consolidaron el muro atrás. El partido estaba donde quería el Sevilla FC, con el ritmo que más le convenía y la zaga correctamente posicionada. En esos momentos muy favorables para los visitantes, empezó el carrusel de cambios por parte de los dos equipos. Un gol metía a Osasuna en el partido, y el Sevilla FC mantuvo la concentración ante ese temor. Achuchaban los rojillos, y Lopetegui metió tralla del banquillo para meterles el miedo en el cuerpo. Los últimos diez minutos enfrentaron a un Osasuna desesperado por recortar distancias y a un Sevilla FC muy centrado. Tuvo incluso alguna el conjunto andaluz para sentenciar, pero el choque quedó como lo dejó De Jong. Pitó el final el colegiado y los nervionenses se llevaron los puntos a casa para seguir arriba en la clasificación liguera.
Los goles del Sevilla FC
El primer tanto del encuentro llegó en un momento de dominio absoluto sevillista. Joan Jordán botó un saque de esquina rozando el minuto 20 que llegó con suavidad y elegancia a la cabeza de Diego Carlos. El brasileño la puso cruzada, imparable para Sergio Herrera.
El 0-2 comenzó en las botas de un imperial Fernando, que robó a Moncayola para salir conduciendo con clase e incluso una filigrana en el arranque hasta las inmediaciones del área rival. Ahí, abre a la banda a Munir, y este la pone a De Jong, quien remató como pudo para que la bola entrase casi llorando.
El Sevilla FC, muy compacto
El Sevilla FC se llevó tres puntos muy meritorios en un campo muy complicado. Una vez más, la solidez del bloque fue la base sobre la que se sustentó la victoria. Una zaga firme que se mantuvo compacta en los momentos que más apretaba Osasuna. El segundo de los goles vino por medio de una contra rápida tras robo en el centro del campo. Acompañó el éxito en la estrategia en la primera diana sevillista. Jordán y Óliver Torres, por su parte, supieron manejar los ritmos y moverse por el campo. Fernando fue un candado en la medular y De Jong anotó la que tuvo. Munir, por su parte, aportó profundidad. Acertó Lopetegui al introducir jugadores de ataque en el tramo final, pudiendo alejar el balón de su área. Suso dejó la nota negativa del partido. El gaditano salió del césped con una ligera molestia. La carga de minutos vuelve a ser visible a pocos días de dos encuentros fundamentales frente al FC Barcelona.