El calor aprieta a la par que se suceden las jornadas de forma vertiginosa. En el Estadio de La Cerámica, le esperaba un partido al Sevilla FC complicado, ante un Villarreal CF que había logrado las victoria en los tres envites disputados desde el parón. Los hispalenses viajaron a Castellón con la mentalidad de que los puntos eran vitales en la lucha por la Liga de Campeones. La alineación propuesta por Julen Lopetegui sorprendió a muchos, con Koundé en el lateral derecho, la suplencia de Luuk de Jong y, lo más novedoso, la titularidad de Rony Lopes.
Finalmente, se firmaron tablas en un partido en el que el Sevilla fue de menos a más con los cambios, sacando un punto que puede agridulce de cara a los objetivos.
Primera parte decepcionante
Los primeros compases del encuentro sirvieron a ambos conjuntos para testear a su oponente. Amarillos y azules (los hispalenses vistieron con su tercera equipación), trataron de llevar la iniciativa. En el primer cuarto de hora, hubo un primer acercamiento peligroso de los locales, para que dos minutos después, Alcácer batiera a Vaclik a escasos metros de la portería sevillista. El Villarreal era ligeramente superior y lo consiguió materializar. Se le puso cuesta arriba el partido al Sevilla, pero la reacción no terminaba de llegar. Banega se ofrecía y un timorato Suso intentaba mandar balones al área. Sin embargo, llegaría el empate por mediación de Escudero. Un soplo de aire fresco que llegó cuando nadie lo esperaba.
El final de la primera mitad volvió a torcer los planes de los andaluces. Pau Torres puso de nuevo por delante al Villarreal ante una defensa impasible. Por debajo en el marcador, un Sevilla decepcionante marchó a vestuarios. Pasaban los minutos, y los visitantes buscaban un tercer tanto que les concediese la victoria.
El Sevilla FC recuperó el partido
El inicio de los hispalenses fue otra historia. Se vio a un Sevilla más reconocible, más incisivo por las bandas por los cambios, regresando Koundé al centro de la zaga. Pasados cinco minutos de juego, Munir tuvo su primera ocasión, pero no pudo empalmar bien el esférico. Pero minutos después, sería él mismo quien pondría el segundo gol de los suyos en el luminoso. El ritmo del partido lo tenía el Sevilla, que comenzó la búsqueda del tercer tanto. En el minuto 86, Asenjo detuvo un cabezazo de Luuk de Jong de manera heroica, en una segunda parte en la que los nervionenses fueron muy superiores, pero Asenjo y la poca fortuna en los últimos metros arrebataron dos puntos a los hispalenses.
Golazos en La Cerámica
1-0. Minuto 18. Gerard Moreno colgó un balón que remató Chukwueze directamente al cuerpo de Vaclik, que no logró atajar. El rechace lo cazó Alcácer, que fusiló la portería con todo a su favor.
1-1, minuto 39. Cuando parecía que el partido estaba más atascado para el Sevilla, Escudero soltó un lejano latigazo cruzado sin oposición ninguna de la defensa, imparable para Sergio Asenjo, devolviendo las tablas al luminoso.
2-1, minuto 45+4. En el descuento previo al descanso, Cazorla botó un saque de esquina al corazón del área, que cazó el central Pau Torres totalmente libre de marca para ajustarla al palo, inalcanzable para Vaclik.
2-2, minuto 63. Jesús Navas colgó al área un balón que llegó a la bota izquierda de Munir, que soltó un zurdazo ligeramente escorado pero raso y ajustado al palo, el cual terminó de introducir la bola en la portería, imposible para Asenjo.
El partido del Sevilla, marcado por las rotaciones
Si algo quedó claro en el estadio de La Cerámica es que, pese al empate, las rotaciones no son capaces de mantener el alto nivel mostrado en partidos como el del FC Barcelona. Rony Lopes y Suso estuvieron desaparecidos. Koundé no tiene proyección ofensiva para ser recambio de Navas, y En-Nesyri no es capaz de cortar su sequía goleadora. Los cambios hicieron que el partido del Sevilla fuese otro totalmente distinto, pero no fueron suficiente para lograr los tres puntos. Una parte para cada equipo. Lopetegui y el sevillismo ya saben lo que sucede cuando rota, y todavía queda un mundo.