La falta de apoyo presencial que sufrirá el Sevilla FC es una de las noticias que dejará la Supercopa de Europa. El club sevillista disputará su sexta final ante el campeón de la Champions League, el Bayern de Múnich. Sin embargo, comenzarán con desventaja en la grada. A pesar de las tres mil entradas disponibles, en Nervión se calcula que viajarán quinientos aficionados como máximo por diversas razones.
Demasiadas trabas
El 24 de septiembre tendrá lugar en Budapest la Supercopa de Europa. Será una final valiente y que servirá de ejemplo para las que vendrán después. En tiempos de pandemia, será la primera final europea que albergue aficionados en las gradas. Cada finalista tiene a su disposición tres mil entradas, aunque la devolución de gran parte de ellas por parte del Sevilla FC protagoniza las noticias de cara a la Supercopa. El club sevillista realizó una devolución de 2.500, lo cual deja solamente quinientas entradas para su afición.
Esto se debe principalmente a las numerosas trabas que tienen los españoles para viajar. La Federación de Peñas comentó que el viaje más la entrada son 365 euros. Sin embargo, hay un factor que complica en exceso la presencia de aficionados sevillistas. Deben de entregar varios PCRs, estando en diferentes idiomas. Sumando esto último, el coste por ver al Sevilla FC en Budapest asciende a los 500 euros fácilmente.
El Sevilla FC, con desventaja en la Supercopa
Sin embargo, los aficionados alemanes cuentan con más facilidades. Se espera que agoten esas tres mil entradas y el Bayern de Múnich esté respaldado por su afición. Además de que la ubicación de la final le favorece desde un punto geográfico, el club alemán también ha ayudado. El coste total que asumirán los aficionados bávaros por ver a su equipo en la final de la Supercopa de Europa será muy inferior. Partiendo de la posibilidad de ir en coche hasta Budapest, el Bayern de Múnich pagará los test PCR de sus aficionados. Así lo confirmó su presidente, Herbert Hainer.
Así pues, el Sevilla FC partirá con desventaja en las gradas de Budapest, complicando aún más la final ante el Bayern de Múnich.