Corría el mes de agosto. El Sevilla FC se plantó en Tánger para disputar una polémica Supercopa en la que se había hablado de todo excepto de fútbol, hasta que el balón empezó a rodar. Y fue entonces cuando los de Machín, dejando entrever su estilo, se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Pablo Sarabia. Los chispazos de los culés bastaron para remontar el encuentro, pese a que los de Nervión disfrutaron de un penalti en el último minuto, errado por Ben Yedder.
Sin balón
Era la primera gran cita del Sevilla de Pablo Machín y, el técnico soriano, no tuvo reparo en mostrar el ADN que caracterizaría a su equipo esta campaña. El planteamiento fue claro: agazapados atrás, con dos carrileros replegados y salir rápidos. La cuidadosa precaución ante las ofensivas blaugranas se convertía en pura acción y vertiginosidad cuando los rojiblancos robaban el esférico. En nombres propios, ya se visualizaba en esas fechas de competición que la figura de Jesús Navas se antojaría vital para el esquema de Machín. El palaciego, se marcó un partido espectacular, pisando área rival y secando a Jordi Alba.
Nuevas variantes
Era la puesta en escena del nuevo proyecto sevillista, por ello, el Sevilla FC que pisará el próximo sábado el Camp Nou, ofrecerá algunas variantes. La principal novedad con respecto a la Supercopa estará en ataque. La dupla del momento, André Silva y Ben Yedder, tratará de morder arriba la salida de balón de los azulgranas, ayudados, como siempre, por los media puntas. Pablo Machín, consciente de los problemas que están sufriendo los culés en la parcela defensiva, mantendrá esa presión alta que tan buenos resultados ha dado a los sevillistas fuera de casa. El medio campo hispalense, pisará la ciudad condal con más oxígeno y reservas, gracias a ese parón liguero que ha revitalizado a los fijos Franco Vázquez y Éver Banega. Además, al buen rendimiento defensivo y el estado de gracia de Tomas Vaclik, se aúna los más que posibles regresos de Gabriel Mercado y Sergio Escudero. Sin duda, el encuentro que tuvo lugar en Tánger hace dos meses, será el gran espejo donde Pablo Machín y los suyos se mirarán antes de volver a enfrentarse al FC Barcelona. No obstante, esta vez, preferirán no quedarse con la miel en los labios como ya ocurriese aquella aciaga noche, donde el proyecto del actual líder de La Liga echó a rodar.