Heber Riguetti fue internado en el Hospital Maciel de Montevideo en estado grave. La noticia fue conmovedora. Quienes lo conocían aseguran que el artista plástico era un gran vecino, y que sus puertas siempre estaban abiertas de par en par. De ahí que cuando lo encontraron inconsciente en el suelo de su taller la policía se dedicó a investigar lo sucedido.
Riguetti, nacido en Montevideo el 25 de febrero de 1948 pero radicado en San José desde 1953, estaba casado y tenía dos hijas. En la entrada de su ciudad adoptiva se encontraba el Monumento al Trabajador Rural y el Monumento al Caballo Criollo en Tacuarembó. También había realizado una obra en homenaje al escritor Francisco «Paco» Espínola. Hay obras suyas por todo Uruguay, pero era reconocido por ser el autor de la escultura del “Profesor” Pablo Javier Bengoechea que está erigida en Los Aromos, la ciudad deportiva de Peñarol.
Sentí un escalofrío al recordar el cuento “La maldición de Bengoechea” y repasar la cantidad de tragedias que enumeraba dicho texto de ficción, vinculadas al monumento del jugador. Al accidente de Germán Hornos, Darío Silva y Martín Cáceres, se le sumaban las lesiones de Inti Podestá o Sebastián Cristóforo. A la larga lista, ahora había que agregarle el misterioso episodio del creador de la escultura.
La mañana del jueves 17 de noviembre del 2016, Heber Riguetti falleció, dos días después de su ingreso en el hospital.
El médico forense no tuvo dudas. El artista había tenido un accidente. Una infausta caída entre sus obras fue la causa del grave golpe que acabó con su vida. Sin embargo, sus esculturas siguen en pie. Homenajeando a otros pero con su inconfundible sello.
Pablo Bengoechea sigue triunfando en el fútbol, actualmente como entrenador en Perú. Todavía recuerda la impresión de ver su imagen en bronce. “No me parezco mucho”, le dijo al escultor entre risas.