Uno de los futbolistas más decisivos e importantes del equipo hispalense durante las últimas temporadas, abandona el club para poner rumbo al Paris Saint Germain. Pablo Sarabia llegó procedente del Getafe y en el Sevilla FC ha cuajado las mejores temporadas de su carrera. En la última campaña se colocó como máximo asistente de la Liga Santander, únicamente por detrás de Leo Messi. Tampoco se puede dejar a un lado su faceta como goleador, pues junto a Ben Yedder, fueron los máximos anotadores del combinado sevillista. A pesar de todo, su marcha a París es una realidad.
Rentabilidad máxima
Pablo Sarabia abandonó el Getafe por 400.000 euros, una cifra sorprendentemente baja con respecto al rendimiento que ha ofrecido. Ahora, el mediocentro español abandona la capital andaluza por 20 millones de euros, en lugar de los 18 que se esperaban. El madrileño es el responsable de esta cantidad, ya que le ha solicitado personal y expresamente al PSG que el importe supere la cláusula que tiene con el Sevilla.
Con esta operación el Sevilla continúa haciendo caja a la espera de nuevas incorporaciones. Tres atacantes han dejado el club en los últimos días, Muriel, Promes y Sarabia. Ahora llega el turno de que Monchi saque a relucir su libreta y ponga sobre la mesa unos recambios de calidad de cara a la formación de la nueva plantilla.
Sarabia, 25 millones
El joven futbolista madrileño pone rumbo a París con el dinero como uno de sus máximos alicientes. Pablo Sarabia firmará por 5 años con el conjunto parisino y su sueldo alcanzará los cinco millones por temporada, sin contar los pluses que ha acordado por objetivos y los derechos de imagen.
Todos estos números se resumen en que el futbolista ingresará un mínimo de 25 millones limpios en 5 años. Dichas cantidades hacen que la oferta del PSG sea irrechazable para Sarabia e inigualable para el Sevilla. A pesar de que en lo futbolístico es una gran pérdida para el sevillismo, la afición no lamenta su marcha de sobremanera, pues se había especulado mucho tiempo atrás con su salida del club y las relaciones de afecto hacía el jugador se enfriaron desde la pasada campaña.