Los deberes de última hora de este mercado de fichajes están siendo muy productivos para muchos clubes, aunque en Laliga parece que un equipo ha tomado la delantera a todos. Ese el Granada CF con siete fichajes. El conjunto nazarí quiere olvidarse de las posiciones de descenso cuanto antes. Su preocupante primera vuelta se ha convertido ya en una de las peores históricamente de toda la competición, puntuando tan solo once puntos de cincuenta y siete posibles. De ahí a que la llegada de Alexander Medina haya provocado un carrusel de cambios importantes. Aunque la lectura de sus operaciones es bastante positiva, la directiva tiene previsto invertir todavía más. Se busca delantero y son varias las piezas que en la competición doméstica andan con ánimos de buscar nuevos retos. Sin ir más lejos, el culebrón por Rafa Mir o el último que lleva dando vueltas como el Chimy Ávila.
La situación del Granada CF en Laliga
De los ocho encuentros dirigidos por el entrenador uruguayo, tan solo ha podido ganar uno, justo el día después del arrancar la ventana de fichajes. De esta ecuación se puede extraer un dato más que preocupante como el de los goles anotados que van solo tres.
Aun así, son el equipo mejor colocado en la parcela goleadora de los tres de abajo. Cádiz, por encima, y Almería, por abajo, llevan menos dianas que ellos. Al conjunto andaluz le falta pólvora arriba y en la competición doméstica son varios los nombres dispuestos a cambiar de equipo. El calendario que le espera no es para nada sencillo y la salvación se ha convertido en la máxima prioridad. La barrera la marca el Celta de Vigo a seis puntos de diferencia.
Tras varios años cosechando su permanencia en la máxima categoría, la de este curso no va a ser menos. En ese alambre en el que parece que se manejan, han encontrado una nueva posibilidad para aferrarse a ella de inmediato. La ágil gestión de la directiva ha provocado una maniobra perfecta para entrar en la puja de pleno por el delantero de Osasuna.
El Chimy Ávila estaría interesado en buscar una salida desde Pamplona y después de ser rechazado por el Real Betis, sus paisanos de Los Cármenes han picado a su puerta. Así lo desvelaban los compañeros de El Ideal. El desconcierto con el futuro del jugador es evidente, razón de más para entorpecer cualquier avance en la operación y que el argentino rehaga su camino hacia el sueño de los granadinos.
Las prestaciones del Chimy Ávila
Su rendimiento siempre ha dejado numerosos elogios. Pese a que no está realizando su mejor temporada, lleva dos goles anotados y tres asistencias en un total de diecinueve partidos. Con Jagoba Arrasate ha acabado perdiendo la titularidad y las lesiones tampoco le han ayudado en su evolución. Con un valor de mercado de 3,5 millones de euros, sus opciones de salir se complican en cuanto al contrato se refiere. Renovado en marzo de 2022, su vinculación con los rojillos es hasta el 2026. Todavía con cuatro cursos por delante, los mismos que lleva desde que aterrizó en el mercado de fichajes.
Su conocimiento de Laliga, su garra y el empeño que le pone en todos los duelos, son condiciones que han convencido a la directiva nazarí. Todavía con una larga trayectoria de futuro, vendría a hacerle la competencia a los Shon Weissmann, Lucas Boyé, o Matías Arezo. Este último, otro de los recién incorporados en este invierno que volvía de cesión. Los gastos realizados por el club no superan los 3 millones, a razón que muchas de las operaciones que han logrado han sido cesiones. La propuesta del Chimy es el plato fuerte del Granada CF en este mercado de fichajes cuando quedan escasos días para echar el cierre.