La humillación histórica que el Sevilla FC sufrió la pasada noche es un reflejo de lo que lleva pasando esta temporada. Un partido en el que el conjunto nervionense no jugó a nada y que llevó a la derrota frente al máximo rival. La posesión del encuentro fue lo único que estuvo igualado con una mínima ventaja para el Betis. El reparto final fue 49/51%.
El que perdona acaba pagando
El Betis aprovechó todas las oportunidades que tuvo, cinco tiros a puerta, para hacer sangre del cuadro rojiblanco. De la misma forma el Sevilla anotó los tres disparos que realizó a puerta. El porcentaje de efectividad de los visitantes es mayor, ya que de nueve tiros, cinco fueron a puerta. Por su parte, el conjunto sevillista lanzó 14 veces y sólo tres de ellos llegaron a portería. Esto deja patente dos cosas: el Sevilla ha mejorado en ataque pero necesita mejorar en defensa. Destacable el dato de que dos de los goles lo anotaron los centrales y que es el tercer gol de Lenglet esta temporada.
El punto débil del Betis
Las jugadas a balón parado hicieron mucho daño al equipo de Heliópolis. Los tres goles del Sevilla llegaron de esa forma y ya es el conjunto con más goles en contra debido a jugadas de estrategia. Los locales dominaron claramente en este tipo de jugadas, con 12 saques de esquina a favor y ninguno en contra. En tiros libres el Sevilla tuvo 20 a favor por 19 del Betis, con 18 y 16 faltas a favor respectivamente. Los derbis son partidos de alta intensidad que, en algunos casos, acaban con expulsiones. Este no fue el caso aunque si hubo un alto número de tarjetas. El Sevilla fue amonestado en tres ocasiones y el Betis en seis.
Un partido que ha dolido en el orgullo pero que la afición espera que sirva para despertar. La llegada de Montella no va a significar un giro radical en el equipo, que debe cambiar desde lo más alto del club. Lo principal, encontrar refuerzos en el mercado invernal.