Sevilla y Dépor son viejos conocidos, como clásicos del fútbol español que son. Los encuentros entre hispalenses y Coruñeses, se han decantado últimamente del lado de los andaluces, pero no siempre fue así. Los duelos particulares han pasado de tener a los gallegos como dominadores a igualarse y, finalmente, decantarse por los hispalenses.
En la temporada 73-74, ambos equipos compitieron en segunda división, tras lo cual emprendieron caminos diferentes. El equipo de Riazor descendió esa temporada y permaneció ausente de las divisiones superiores mucho tiempo. Tanto, que no volvieron a verse las caras hasta diecisiete años después, cuando el Deportivo volvió a Primera en 1991. En esa temporada comienza una racha de resultados aplastante a favor de los gallegos, que llegaron a ser considerados la bestia negra para los sevillistas. Es más, en toda la década de los noventa, no fueron capaces de ganar ni un solo enfrentamiento contra el Deportivo, ni en casa ni fuera.
Eran los tiempos del Super Dépor, la fase exitosa de la presidencia de Augusto César Lendoiro. Con Arsenio Iglesias en el banquillo, el Dépor se instaló en los puestos altos de la tabla, logrando el subcampeonato de liga en las temporadas 93-94 y 94-95, y la copa del rey de esa temporada. Más tarde, con Javier Irureta, alcanzó la cima del fútbol español, anotándose la liga 99-00 y de nuevo la copa en la 01-02. El vasco permaneció en el club gallego hasta 2005, y el Sevilla solo fue capaz de ganarle el último enfrentamiento, en Nervión, el primero de mayo de ese año (2-0). El balance entre ese partido y el de 1991 fue de 21 partidos, 15 victorias coruñesas, seis empates y ninguna victoria del Sevilla. No había manera de que el Sevilla ganara al Dépor, incluso los gallegos se permitieron el lujo de golear a los hispalenses en varias ocasiones, como en Diciembre de 1994 (5-1) y Noviembre de 1999 (5-2). De los 21 partidos, los 10 que se disputaron en Riazor fueron victorias del Deportivo, convirtiéndose el estadio coruñés en terreno maldito para los sevillistas.
El fin de la bestia negra
En el verano de 2005, Joaquín Caparros pasa precisamente del banquillo sevillista al coruñés, y comienzan a igualarse los resultados. De los siguientes 12 enfrentamientos, el deportivo gana 5, y el Sevilla se anota 6 victorias, entre ellas, tanto la ida (1-0) como la vuelta (0-3) de los cuartos de final de la Copa del Rey de la temporada 2009-10, que terminó ganando. Dos empates en la temporada 2010-11 (0-0 y 3-3) son los últimos puntos que el Dépor ha sacado en sus enfrentamientos con el Sevilla, porque desde entonces, los cinco últimos enfrentamientos han sido sendas victorias para los rojiblancos, tres en el Sanchez-Pizjuan y dos en Riazor, incluido el último enfrentamiento, la temporada 2014-15 (3-4). Por lo tanto, se puede decir que finalmente, el Deportivo ha terminado convirtiéndose actualmente en víctima del Sevilla, que a su vez, le ha dado la vuelta a la tortilla y se ha convertido en la bestia negra del Deportivo.