El día 12 de agosto era la fecha señalada en el calendario del Sevilla FC para sacarse la espina de la pasada final de Copa del Rey. En dicho encuentro, la presencia sobre el verde del Wanda Metropolitano del conjunto andaluz entrenado por Montella fue testimonial. El global de cero a cinco dolió y mucho a una hinchada que viajó a Madrid cargada de ilusión. El fútbol siempre da segundas oportunidades y en la final de la Supercopa de España, ahora con Pablo Machín, el Sevilla FC pudo redimirse de tal calamidad, pero un golazo de Demebélé y el penalti fallado por Ben Yedder en el alargue, dejaron con la miel en los labios a los sevillistas, una Supercopa más.
Mejora considerable de imagen
No se repitió el guion de la pasada final de Copa del Rey. Los hispalenses se mostraron sólidos y compactos en el terreno de juego. Durante el transcurrir de los minutos, se fue notando ya poco a poco el sello de Pablo Machín. Equipo ordenado, serio en defensa, un bloque cada vez más comprometido en las ayudas y adaptados al nuevo sistema. El soriano alineó su clásico 3-4-2-1 que se convirtió en un 5-3-2 a la hora de defender, tejiendo así, una telaraña defensiva que impidió al Barcelona jugar por dentro y buscar de esta forma, soluciones por la banda. El plan consistió en cederle la posesión al conjunto azulgrana, que se toparan con el muro sevillista y a partir de ahí, salir rápido a la contra. El Sevilla llegó poco, pero cada vez que lo hizo dio sensación de peligro, los futbolistas sabían lo que tenían que hacer y siempre finalizaron jugada. Cabe destacar también, el número de faltas tácticas que llevaron a cabo los nervionenses, impidiendo así, que el FC Barcelona saliera rápido al contragolpe y crease situaciones de superioridad.
El plan B que no funcionó
En la primera mitad, los hombres más destacados del Sevilla FC en ataque fueron: Luis Muriel y Pablo Sarabia. El colombiano cuajó una de sus mejores actuaciones con la elástica sevillista. Su función consistió en salir rápido al ataque, caer a la banda izquierda y sorprender por la línea de fondo. En más de una ocasión, volvió loco a Piqué. Por su parte el ex del Getafe fue el encargado de llegar a posiciones de remate, siempre acompañando a Muriel. Un planteamiento que dio fruto al primer gol y a una ocasión al borde del descanso que sacó bien Ter Stegen abajo. Sorprendentemente tras el buen primer tiempo de ambos, fueron las primeras sustituciones. Los hombres que entraron por ellos, André Silva (con un entrenamiento con el Sevilla a sus espaldas) y Aleix Vidal, no cambiaron mucho la película, de hecho, los hispalenses perdieron presencia en ataque. Con el paso de los minutos, los de Pablo Machín, acusaron el cansancio y el conjunto azulgrana fue penetrando con más facilidad en la defensa rojiblanca. A ello se sumó, algunos fallos en el despeje y de concentración que dio lugar a segundas jugadas y situaciones de peligro sobre el marco defendido por Vaclik.
Hay portero
Fue una de las notas positivas del partido. Tomas Vaclik demostró estar preparado para defender la portería de Nervión. Al checo se le vio seguro y totalmente adaptado. Sacó dos manos de mucho nivel a Leo Messi en una doble ocasión que tuvo el argentino. Nada pudo hacer en los dos goles. En el primero, es cierto que el balón va dirigido a su palo y tuvo mala fortuna en los rebotes y el de Dembélé es imparable. En los tantos culés, fueron más fallo de la defensa que del portero. En el del francés, nadie le sale a tapar el disparo y la zaga estuvo muy lenta en la segunda jugada tras el golpeo de Messi que terminó con Piqué introduciendo el balón en las mallas.
No se le pudo presentar una mejor ocasión para el Sevilla FC de ganar la Supercopa de España. Gol de Sarabia en los primeros diez minutos, un FC Barcelona que no estaba lo suficientemente rodado, penalti a favor en el noventa y final a partido único. Aún así, las sensaciones fueron buenas, parece que el proyecto de Pablo Machín va por buen camino y los futbolistas van asimilando sus conceptos. Ahora toca cerrar la eliminatoria ante el Zalgiris este jueves, donde el Sevilla FC se juega la temporada.