52 son los goles en contra que lleva el Sevilla esta temporada en LaLiga. Números bochornosos que únicamente superan el Real Betis (con mucho mejor golaveraje) y los tres equipos que se encuentran en posiciones de descenso. Aunque cierto es que se está sanando esta hemorragia de goles adversos con las apariciones de David Soria. Desde que Montella le diese la oportunidad con el Bayern de Múnich, el conjunto hispalense ha dejado su portería a cero en dos de cinco ocasiones, disputando todos unos cuartos de final de UEFA Champions League de por medio.
Merecida recompensa
David Soria comenzó la campaña disfrutando de bastantes minutos, gracias a las famosas rotaciones de Eduardo Berizzo. No obstante, con la llegada por navidad de Vincenzo Montella, el italiano apostó por un único hombre en la portería, que no fue otro que Sergio Rico. Las malas actuaciones de este en Butarque, contra el Getafe CF o el FC Barcelona hicieron dudar al técnico italiano. Tanto fue así, que David Soria obtuvo su recompensa al trabajo que venía realizando a la sombra: una oportunidad en el once inicial. La aprovechó ante todo un Bayern de Múnich cuajando una gran actuación, ya que, de no ser por él, la renta bávara hubiera sido mayor. Esto fue lo que le hizo ganarse la confianza del míster y poder así encadenar cinco titularidades seguidas.
Mas sensaciones que datos
La mejoría en la portería no es de escándalo tampoco. Con David Soria bajo palos el Sevilla ha encajado ocho goles en los últimos cinco partidos. Cierto es que la única derrota abultada fue el estrepitoso 4-0 encajado en Vigo. Unos números muy mejorables, pero de los que no solo es responsable el arquero. Lo realmente importante es la seguridad que el canterano transmite a los suyos. El portero va sin miedo a por los balones aéreos, algo que se le achacaba a Sergio Rico, y tiene un mejor juego de pies. Su última actuación en La Coruña es un claro reflejo de dicha seguridad: fiable por alto, capacidad para detener unos contra unos y ágil de reflejos. Lo dicho, aunque queda mucho por mejorar, el Sevilla, aunque tarde, ha puesto la primera piedra para poder frenar la sangría de goles en contra.