El Sevilla FC,volvió a caer fuera de casa. Terminó la liga sumando en sus 19 desplazamientos ligueros, nueve empates y diez derrotas. La última, en Bilbao, contra los hombres de Valverde. Con la mente puesta en las dos finales los de Unai dejaron la competitividad para Madrid y Basilea
Los sevillistas tuvieron un 42.6% de posesión. Sin embargo, y a pesar de tener una posesión equilibrada los jugadores del Athletic supieron llevar el partido a su terreno, ya que necesitaban los tres puntos para certificar su quinto puesto, algo que consiguieron matemáticamente.
Los jugadores locales realizaron 13 disparos en total, de los que 6 fueron a puerta. Por el lado visitante, fueron 8 disparos a puerta en total, de los cuales 4 de ellos fueron entre los tres palos.
En defensa, los sevillistas fueron más duros, realizaron un total de 25 entradas frente a las 20 del equipo vasco. Aunque sus errores en defensa fueron decisivos. El primer gol vino de una pérdida infantil de Cristóforo en la frontal del área, que tras cederle el balón a Raúl García, Aduriz terminó empujando el balón a placer al fondo de la red.
El conjunto sevillista tuvo un 78% de precisión en los pases, sumando un total de 418, los vacos, por su parte, acumularon 553, con un 82,3%. El Sevilla perdió 79 balones y recuperó 52, mientras que el Athletic perdió 84 y recuperó 51.
Unai Emery agotó los tres cambios dando entrada a N-Zonzi (Krychowiak,), Sergio Escudero (Konoplyanka) y Rami (Carriço) De nuevo buena apuesta del técnico por el canterazo Curro, quien dio el pase del gol a Juan Muñoz.
Fue un partido marcado por las expulsiones, el colegiado Álvarez Izquierdo mostró la roja en dos ocasiones para el club hispalense y una a los leones. El catalán expulsó a Kolo por increparle en el segundo tiempo, y reflejó insultos en el acta, por lo que podría perderse la final de Copa. Quizá no Coke, que vio la roja desde el banquillo por protestar. En el otro bando el sancionado fue Mikel Rico por una dura entrada a Cristóforo.