El 15 de enero de 2017 se disputó en Nervión la vuelta de octavos de final de la Copa del Rey entre el Sevilla y el Real Madrid. Durante ese partido en el Sánchez-Pizjuán, el defensa madridista Sergio Ramos recibió agravios procedentes de Gol Norte que, sin embargo, fueron en parte provocados por la actitud negativa del jugador tras marcar un penalti. No obstante, la última sentencia de la Audiencia Nacional parece señalar al Sevilla y los Biris Norte como el único equipo que insulta en los campos de fútbol.
Segunda vez
Es apropiado recordar que es la segunda vez que se propone el cierre de varios sectores de Gol Norte del Pizjuán por ofensas durante un partido, algo que no ha sufrido ningún otro equipo a nivel nacional. Ocurrió en 2015, durante un partido de Liga, más concretamente en jornada 29, entre el Sevilla y el Athletic de Bilbao, por cánticos contra el Real Betis: «verdiblancos, hijos de puta». Los recursos jurídicos del Sevilla fueron aprobados pronto en aquella ocasión y el Comité de Apelación anuló la sanción de cierre poco después. Además, las continuas acusaciones y multas por parte de la Comisión Antiviolencia han llevado a la prohibición de mostrar el nombre o cualquier simbología relacionada con los Biris Norte en el Pizjuán, algo que dentro del club no se comprende y que no obstante, no se hace con otros sectores ultras como los del Atlético de Madrid o el del Alavés.
Otros insultos ignorados
Tras los últimos acontecimientos que han llevado a que se vuelva a proponer el cierre de dos sectores en Gol Norte, recabamos en otros casos de insultos en otros estadios que han sido completamente ignorados. En primer lugar, señalamos aquellos que afectan directamente al conjunto nervionense. Y es que el propio Sevilla y sus aficionados han sido objeto de continuos insultos y descalificaciones, sin apenas consecuencias para los que los pronunciaron. Agravios como «puta Sevilla» o «sevillanos, yonquis y gitanos» han sido coreadas varias y repetidas veces en estadios como el del Atlético de Madrid. En este equipo madrileño también se han coreado cánticos contra el fallecido Antonio Puerta, con «Puerta se marea». Estos insultos, sin embargo han sido archivados y solucionados con simples sanciones económicas o con una breve disculpa del club colchonero.
Y fuera de Nervión, otros equipos que también han insultado no han recibido condena alguna. En Cornellá, durante varios derbis entre el Espanyol y el FC Barcelona, numerosos pericos han coreado al unísono «Shakira es una puta» o «Milan muerte», para meterse con la pareja y el hijo de Gerard Piqué. En agosto de 2016, varios aficionados del Sporting de Gijón pronunciaron insultos racistas contra el jugador del Athletic de Bilbao Iñaki Williams durante un partido entre ambos equipos. Tales insultos quedaron no obstante sin efecto en marzo de 2017 tras las alegaciones del Sporting al TAD, el cual propuso antes el cierre parcial del fondo norte de El Molinón. También en el Bernabéu, durante un clásico contra el Barça en diciembre de 2017, un sector de la grada madridista pronunciaron «Messi subnormal» o «Piqué, cabrón, España es tu nación», que quedaron en una simple denuncia por parte de la Liga y no conllevaron ningún tipo de multa o propuesta de cierre de tal sector.
Nervión recurrirá
Tal y como se pudo saber ayer, el Sevilla plantea presentar un recurso de casación al Tribunal Supremo, la cual supone la última instancia a la que podría recurrir el Sevilla para que la sentencia sea firme. Y es que parece que el Sevilla es el único equipo que insulta en la Liga española, porque decir «Sergio Ramos, hijo de puta» es inocuo y puede provocar violencia según la Audiencia Nacional, pero meterse con la familia de un futbolista o con un jugador fallecido no es suficiente para una condena similar. Todos los acontecimientos señalados lleva a pensar que sólo se pone la lupa sobre el Sevilla y sus aficionados. En definitiva, es innegable que los insultos hacia Sergio Ramos merecen sanción, pero quizás una más leve que otras que ni si quiera se han tratado.