Tras jugar cuatro partidos casi sin ninguna modificación, Montella ejecutó en Eibar una autentica revolución en el once inicial. Se vieron seis modificaciones, incluyendo la entrada de los tres fichajes, que apenas llevaban tres días en el equipo. En la defensa, aparecieron Layún y Nico Pareja. En el centro del campo, Roque Mesa entró por Banega, y arriba, Sandro comenzó por barda izquierda y Nolito acompañó a Ben yedder. Todo un experimento que hizo aguas inmediatamente.
Pésimo experimento
La puesta en escena fue calamitosa. Apenas treinta segundos tardó el Eibar en adelantarse. Un balón largo a la espalda de Layún y Pareja fue aprovechado por Kike García. Sergio Rico puso las manos blandas y el disparo del armero se las dobló.
Pero además, las siguientes ocasiones también fueron para los de Mendilibar, porque el Sevilla no se enteraba de nada. Y Layún fue el que menos se enteró de lo que iba el partido. En otra salida en largo del Eibar, el debutante hizo una defensa de lo más pasiva, permitiendo a José Ángel centrar al segundo palo, donde Orellana, remató a placer y fusiló a Sergio Rico. En dieciséis minutos se ponía dos a cero el partido.
En el minuto veinte, Sandro recibió en el área y su intento de regate fue interceptado con la mano por Dani García. Sarabia anotó de penalti para acortar distancias. Pero la reacción no llegó. El Eibar volvió al ataque y Rico realizó la primera parada del partido a cabezazo de Orellana. El disparo posterior, se estrelló en el poste en medio del desconcierto defensivo sevillista.
Fue un espejismo
El tercer gol del Eibar fue fruto de un córner rematado por Ramis, ganándole por físico a Lenglet y Pareja. En media hora, la defensa del Sevilla naufragó sin paliativos y cada balón al área era un peligro. Ni los centrocampistas ni los defensas eran capaces de detener al Eibar. Roque Mesa estaba perdido y Ben Yedder estaba aislado y con nula participación en el juego.
A pesar del desastre de primera parte, Montella no consideró hacer ningún cambio en su experimento en el descanso. En el minuto cincuenta y dos, Banega ingresó en el campo por un Roque Mesa Despistado y sin participación, ni ofensiva ni defensiva. El Eibar no bajó la intensidad y contuvo al Sevilla.
Desastre defensivo
En el minuto sesenta y uno, el Sevilla recibió el cuarto gol, en un error de Escudero, que jugó deficientemente en horizontal para que Orellana agradeciera el favor encarando a Rico y superándole por bajo. Ningún jugador del Sevilla se tomó el partido en serio. Muriel entró por Sandro en el minuto sesenta y cinco, pero el Sevilla casi no inquietó al portero local. Siempre estuvo más cerca de llegar el quinto del Eibar que el segundo del Sevilla. Montella agotó los cambios en el setenta y cuatro, sustituyendo a Sarabia por Jesús Navas. No supuso ningún revulsivo, y el quinto tanto terminó llegando en el minuto ochenta y dos con un lanzamiento de falta directa de Ardilla.
Con el experimento de Eibar, Montella pudo sacar en claro que cuenta con un once titular que puede alcanzar cierta competitividad, pero el resto de la plantilla, deja mucho que desear. Los refuerzos aun no están para nada. Renunciar a Franco Vázquez y Correa es un lujo que no se puede permitir actualmente. Lo peor es que los puntos ya no se recuperan. Con los elementos alineados en Eibar será imposible mantener la plaza europea y sacar adelante la temporada.
SD Eibar (5): Dmitrovic, Jose Angel, Ramis, Arbilla, Ruben Peña, Inui, Diop (Jordan m.81), Dani García, Orellana (Capa m.88), Charles (Escalante m.75) y Kike.
Sevilla FC (1): Rico, Escudero, Lenglet, Pareja, Layún, Sandro (Muriel m.66), N´zonzi, Roque Mesa (Banega m.53), Sarabia( Navas m.74), Nolito y Ben Yedder.
Estadio: Ipurua. 5500 espectadores.
Árbitro: Trujillo Suárez, comité canario. Amarillas para Pareja, Roque Mesa y Banega.