Con las piernas agotadas, ganó el escudo

Sección:

El Sevilla FC vuelve a estar a la altura en un partido como el derbi ante el Betis que, aunque muchos se empeñen en descafeinar, sigue significando mucho más que los puntos en juego. Los de Lopetegui, tras las eliminaciones en Copa y Champions, salieron al césped del Sánchez-Pizjuán y cumplieron ganando el Gran Derbi. Además, sumaron tres puntos y pusieron tierra de por medio ante un rival que, como el resto, tendrá que pasar por encima de un conjunto que en ningún caso venderá barata su piel, si quiere arrebatarle la cuarta plaza.

El Sevilla FC, obligado a ganar

Lo cierto es que este último derbi no pasará a la historia sino para los amantes de las estadísticas, que apuntarán al Sevilla FC como triunfador del partido número 100 entre ambas entidades. El duelo no fue bonito ni vistoso, pero eso no resta un ápice de la emoción que siempre ofrece esta clase de choques. Dicho esto, el conjunto hispalense salió victorioso ante un rival que llegaba con el cuchillo entre los dientes y oliendo a sangre como era el Real Betis, con cuatro victorias consecutivas en LaLiga y que amenazaba la tranquilidad blanquirroja. Los verdiblancos salieron a presionar arriba y acallaron a un Sevilla que se cerró atrás, cedió el balón y esperó paciente en su área hasta que una genialidad de Navas, que rompió todas las líneas béticas, dejó solo ante Robles a un En-Nesyri que definió como un ariete que suma 20 tantos.

A partir de entonces, la escuadra blanquirroja comenzó a sobar el balón. Se volvió a ver a un Sevilla FC que sacaba la pelota con la confianza, personalidad y calidad que parecía perdida tras los últimos varapalos, y mostró los dientes y la identidad que lo han llevado a donde está. Y eso duró hasta que las piernas se resintieron. Contra un rival que llegaba lanzado y con muchos menos partidos encima, el Sevilla tuvo que luchar contra este y sí mismo. Lopetegui supo reajustar a un equipo que salió con el Papu de mediapunta, para terminar con una línea defensiva de cinco hombres con la entrada de Rekik, y selló un encuentro que tenía que llevarse su combinado. Con esta, el Sevilla firmó la primera victoria en las 13 finales que restan hasta final de temporada y, gracias a la cual, nadie deja de soñar en Nervión.

El Triángulo de las Bermudas, una vez más

Fernando, Koundé y Diego Carlos volvieron a ser los mejores de su equipo. Un muro infranqueable que supo aguantar los envites iniciales y finales, y que terminó sacando de quicio a un conjunto verdiblanco cuyas máximas bazas eran sus nombres en ataque. La solidez en defensa sevillista es clave para los triunfos blanquirrojos, y anoche volvió a quedar patente que Lopetegui cuenta con una de las mejores, si no la mejor, zaga del campeonato, y con uno de los centrocampistas más comprometidos e inteligentes del mismo.

Tras un inicio dubitativo, el gol de En-Nersyri ayudó a templar los nervios y la línea defensiva, sumando a un Navas que poco a poco va volviendo a su nivel y un Huevo Acuña dueño de la zurda nervionense, resultó de nuevo el germen del juego sevillista. Con una zaga capaz de disolver cualquier ataque rival y de realizar verdaderas obras de orfebrería para sacar el balón a ras del césped, anoche la parroquia sevillista volvió a disfrutar de una retaguardia que, cuando tuvo que arremangarse y achicar aguas, tampoco ofreció lugar a dudas. Si a eso se le añade que incluso tuvieron que enmendar algún que otro error de Gudelj y Rekik, el partido de la defensa sevillana, una vez más, fue sobresaliente.

El Papu y Suso, desconectados

Hasta hace una semana, parecía imposible que Julen Lopetegui rompiera su esquema más reconocible, con un centro del campo configurado por un pivote defensivo y dos mediocentros. Sin embargo, el vasco respondió a eso que se le pedía tanto de colocar al Papu en su lugar natural: la mediapunta, y lo hizo en una cita tan señalada como el derbi. El resultado fue que el argentino sigue siendo una promesa que cada vez creen menos. Es cierto que su adaptación pasa por encajar en un equipo más que hecho y en recuperar un tono físico perdido por la inactividad en Italia, pero son minutos los que va sumando y desechando un jugador que llegaba para dar el Do de pecho más pronto que tarde, y nada.

Sin embargo, del argentino se puede decir que estuvo poco acertado y casi no aportó en ataque, pero no se le puede echar en cara que no pusiera voluntad. Al Papu se le veía bajando a buscar la pelota, intentaba recuperar las pelotas que perdía. En el bonaerense se vio una actitud que quedó muy lejos en el partido de Suso. En el caso del gaditano, parece que este ha vuelto a guardar su varita. Al siete del Sevilla FC se le vio apático en el partido una vez más. Además de no aportar apenas en ataque, reteniendo de más el balón en las salidas del equipo y no ofreciendo soluciones factibles, tampoco se comportó en densa. Una faceta, esta última, en la que muestra una desidia total y que frena a un Navas que, hasta que no compartió banda con Ocampos, no pudo mostrar su mejor cara.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¿Te gusta La Colina de Nervión? Apóyanos

A partir de solo 1€ puedes apoyar al único periódico que te informa solo y exclusivamente sobre el Sevilla FC. Tu apoyo contribuye a proteger nuestra independencia y nos permitirá poder seguir ofreciendo un periodismo de calidad y abierto para todos los lectores. Cada aportación, sea grande o pequeña, es muy valiosa para nuestro futuro e irá destinada directamente a los componentes de la redacción de La Colina de Nervión.

¡Lo último!

Yerson Mosquera se deja querer

En Castellón el fútbol se vive de forma intensa y si no que se lo digan a los aficionados...

Antes de irte... mira esto: