Mala primera parte, malísima. El Sevilla trataba de mantener la bola pero no inquietaban a Javi Varas ni por error. Eso sí, cuando el ex portero sevillista tuvo que intervenir, lo hizo con creces. Los contraataques mataban a un Sevilla que cuando tenía el balón (la mayor parte del tiempo) no sabía que hacer. Nasri y Vázquez fueron los timones sevillistas, aunque no estuvieron a su máximo nivel.
El once inicial sevillista dejó bastantes dudas sobre lo que podía llegar a ser capaz en el encuentro. Correa y Ganso fueron dos claros ejemplos. No cuajaron un gran partido. El argentino buscaba internadas y generó peligro en contadas ocasiones. Sin embargo, lo más destacable del brasileño fue un pase filtrado entre los defensas a Ben Yedder.
Por otra parte, hay que quitarse el sombrero con Sampaoli. Supo leer el partido a la perfección y gracias a los cambios, ganó el partido. Vitolo entró en el descanso sentando a Ganso, y aportó velocidad, garra, potencia y un sinfín de jugadas de ataque. Sarabia y Carlos Fernández entraron a la vez, sobra decir que fueron los grandes artífices de la remontada. Les bastaron 5 minutos para darle la vuelta al marcador, tras una segunda parte muy peleona.
Ganso, de nuevo, el peor
La clara falta de adaptación y de ritmo del centrocampista brasileño fue palpable en los 45 minutos que disputó. Le sobró la segunda parte a Sampaoli para darse cuenta de que Ganso no estaba al nivel de sus compañeros. Tiene mucha calidad y lo demostró en una jugada, pero la aparente arritmia que tiene en el juego es perjudicial para el equipo.
Los cambios y la reaparición de Escudero, lo mejor
La genial lectura de partido del técnico argentino del Sevilla dio la victoria al equipo. Fueron Vitolo, Sarabia y Carlos Fernández de lo mejor del partido, por no decir los mejores. Y no se dicen los mejores porque ayer volvió al terreno de juego Sergio Escudero. El lateral zurdo se marcó un gran partido durante los 90 minutos y comienza a reequilibrar la defensa.