Al igual que hizo cuando se hizo cargo de la plantilla como entrenador, Caparrós ha apreciado un alto nivel en el grupo que ya está formado. No escatimó elogios para los miembros de la secretaría técnica y declaró su total confianza en ellos. De esta manera, solo Óscar Arias ha perdido su puesto y el resto del departamento técnico seguirá como hasta ahora.
Gallardo y Marchena, adjuntos
Joaquín Caparros ha incluido muy pocas novedades en cuanto a la composición del equipo de trabajo que tenía Óscar Arias. La única novedad es que ha nombrado a Carlos Marchena y Paco Gallardo adjuntos a la dirección de fútbol que el utrerano ocupará. Según el organigrama facilitado por el club, ambos ex jugadores se incorporarán en un escalón por encima de Emilio de Dios y Ramón Vázquez, los cuales seguirán como secretarios técnicos. Vázquez encargado de la modalidad de captación de Talentos y de Dios en la de élite, que desempeña desde que llegara al Sevilla la temporada pasada. Ramón Vázquez está en el departamento desde 2016, pero anteriormente trabajó en el club como preparador físico desde 2012. No se ha definido aún si Gallardo y Marchena conservarán su función como entrenadores del Sevilla C o con algún otro equipo del escalafón.
La base sigue igual
Jesús Olivera continúa con el cargo de coordinador de scouting. Olivera acumula ya 10 temporadas en distintos puestos del panel técnico del Sevilla, siendo gran conocedor de las aplicaciones informáticas para el análisis en el fútbol. A las órdenes de este seguirán Ruda, José Manuel Santos, Fermín Galeote, Jorge Pulido, Alejandro Pérez, Luis del Ojo, Marcos Sequeiros, Arturo González y Jesús Pozo, los cuales se ocuparán de observar jugadores y recabar datos sobre los mismos.
Aparte de esta estructura, encargada de la parte profesional, Pablo Blanco será directamente dependiente de Caparrós, encargándose del área de cantera. El equipo femenino quedará fuera de las competencias de este plantel, que se concentrará en el fútbol masculino.
Continuidad en el equipo técnico
Ante estas decisiones, es evidente que el Sevilla ha diagnosticado el problema de la deficiente planificación sufrida esta temporada en el sentido de una falta de coordinación, liderazgo, o de decisiones del último nivel, puesto que, tras la salida de Arias, todo continuará más o menos igual.
Lo único que va a hacer el club es reforzar la cabeza visible del departamento e introducir un nivel organizativo en forma de adjuntos. De este modo, la cúpula queda fortalecida y habrá un reparto mayor de la carga de trabajo y responsabilidades. Sin embargo, en la sala de máquinas, todo seguirá igual.