Me gusta el fútbol. No me tengo que esconder por ello, o eso creo. Considero que mi afición es tan válida como la de otro cualquiera. Sin embargo, es triste ver cómo muchos consideran que mi sentimiento hacia este deporte es insignificante por mi género. Se escudan en eso de «el fútbol es cosa de hombres». Aunque el deporte no tiene género, la sociedad española lo asocia con la hombría. Un argumento que se desmonta si nos fijamos en la selección de EEUU. Con un combinado nacional femenino glorioso y uno masculino que consigue clasificarse, a trancas y barrancas, para las competiciones nacionales.
En mi casa, nunca me han dicho que por ser mujer no pueda ser aficionada al fútbol, al contrario. Curiosamente, en mi familia, las únicas que somos abonadas a un club -y asistimos a los partidos- somos mi tía, mi hermana y yo. «El fútbol es cosa de hombres», seguro. ¿Por qué no podemos sentir el mismo amor por un club que un hombre?. Pues parece ser que muchos, y muchas, piensan que sentir amor por tu club es sinónimo de querer acostarte con uno de los jugadores del mismo. Sí, sí, eso es lo que le han dicho a Misa Rodriguez, portera del Real Madrid, miles de usuarios de Twitter.